La Conferencia Episcopal Panameña (CEP), reunida en su Asamblea Plenaria N° 223, emitió un fuerte llamado a la unidad nacional, al respeto por la dignidad humana y a la acción conjunta frente a los desafíos sociales, políticos y económicos del país.
En su mensaje, titulado “Panamá nos necesita a todos”, los obispos manifestaron preocupación por la situación actual del país, abordando temas sensibles como la amenaza a la soberanía sobre el Canal, la crisis migratoria en el Darién, la violencia social, el paro educativo y las tensiones económicas que afectan a los sectores más vulnerables.
Criticaron las posturas de actores internacionales, especialmente de Estados Unidos, que insinúan una posible “recuperación” del Canal de Panamá y el establecimiento de bases militares. “Estas acciones contradicen los tratados vigentes y lesionan la dignidad del pueblo panameño”, señalaron.
Sobre la crisis educativa, exhortaron a los docentes a retornar a clases, pero exigieron al Estado garantías de estabilidad laboral y respeto a la dignidad profesional del educador. En cuanto a la violencia, denunciaron abusos de fuerza contra comunidades originarias y reclamaron respeto irrestricto a los derechos humanos.
También hicieron un llamado a repensar el modelo económico, que –según dijeron– sigue privilegiando intereses ajenos al bienestar humano. La Iglesia reafirmó su compromiso de ser puente para el diálogo y el entendimiento: “La paz social no se decreta, se construye”, advirtieron.
Finalmente, invitaron a todos los sectores a escucharse con humildad para sanar como sociedad. “La única salida verdadera a esta crisis será comunitaria e inclusiva”, concluyeron.