Este, martes 14 de octubre de 2025, Paritilla y toda la provincia de Coclé se visten de blanco para despedir a Selinda Mavelis Córdoba Batista, la joven universitaria de 20 años cuya vida fue arrebatada de manera brutal el pasado domingo.
Las honras fúnebres se llevarán a cabo en la iglesia Santa Rosa de Lima a las 10:00 de la mañana, y se invita a familiares, amigos y comunidad en general a asistir vestidos de blanco y con globos blancos, en un gesto de paz y memoria frente a un crimen que ha dejado al país entero estremecido.
La muerte de Selinda no fue un accidente ni un hecho aislado: ocurrió en plena luz del día, frente a testigos que no podían creer lo que veían.
Su expareja, un hombre de 25 años, había viajado desde Tonosí con un arma blanca de gran tamaño, con la intención clara de terminar con su vida.
Lo que siguió fue un ataque despiadado: más de veinte heridas en rostro, cuello, tórax, espalda y extremidades, mientras decenas de personas gritaban y lanzaban piedras para intentar detenerlo.
Su madre corrió a auxiliarla, llevándola de inmediato al Hospital Dr. Rafael Estévez, pero los daños eran irreparables.
El horror se intensifica ante las imágenes que comenzaron a circular este lunes: el presunto femicida, bajo custodia, desayunando mollejitas y cambiado de ropa, como si nada hubiera ocurrido.
Para muchos panameños, estas imágenes son la representación más cruda de un sistema que aún falla en proteger a las víctimas de violencia de género.
Selinda contaba con una orden de alejamiento vigente, que lamentablemente no impidió el crimen.
Este femicidio no solo es el primero en Coclé en 2025, sino que se suma a los 13 casos registrados en Panamá en lo que va del año.
El Ministerio Público confirmó la detención provisional del sospechoso, mientras la Fiscalía Regional de Coclé le formuló cargos por homicidio agravado.
Por su parte, la abogada Suky Yard, reconocida por su lucha contra la violencia de género, lanzó un mensaje contundente:
“Ya basta de responsabilizar a las víctimas. Es tiempo de que las autoridades actúen con firmeza y protejan la vida de las mujeres panameñas”.
El funeral de Selinda será un momento de dolor, memoria y denuncia, un instante para honrar su vida y exigir justicia ante la brutalidad de un crimen que ha marcado a toda una comunidad.
Entre lágrimas y globos blancos, Paritilla recordará a una joven que se fue demasiado pronto y que ahora exige, desde su ausencia, que nunca más se repita un acto así.
