La Primera Dama de Panamá, Maricel Cohen de Mulino, encabezó este domingo 12 de octubre la delegación panameña que deslumbró en el Desfile de la Hispanidad 2025 en la icónica Quinta Avenida de Manhattan, Nueva York. Con orgullo patrio, la representante panameña compartió la jornada junto a más de veinte países latinoamericanos, en una de las celebraciones culturales más esperadas del Mes de la Herencia Hispana.
Invitada por la presidenta del desfile, Cohen de Mulino participó en la apertura oficial junto al alcalde de Nueva York, Eric Adams, y embajadores de toda la región. Miles de personas se agolparon en las aceras para disfrutar del colorido espectáculo que enaltece las raíces, los ritmos y la diversidad de los pueblos hispanos.

El carro alegórico panameño no pasó desapercibido: flores, música típica y una joya cultural que robó miradas —la reina Calle Arriba de Las Tablas 2026, Ana Isabel Carrizo, luciendo una majestuosa pollera de lujo—, fueron el centro de las cámaras. Su elegancia, combinada con el brillo del oro y la alegría de su sonrisa, representó la esencia del folclor istmeño en pleno corazón de Manhattan.

Junto a ella, los acordes del acordeón del maestro Ulpiano Vergara pusieron el toque típico. El legendario músico deleitó al público con tamboritos y cumbias que hicieron ondear más de una bandera panameña entre los asistentes. El conjunto folclórico, dirigido por el maestro José Sosa, completó la representación, contagiando ritmo y nostalgia a quienes gritaban con orgullo.

La ministra de Cultura, Maruja Herrera, fue la abanderada del grupo, acompañada de figuras diplomáticas como José M. Alemán (Embajador en Washington D.C.), Eloy Alfaro (Representante ante la ONU), Ana Irene Delgado (Embajadora ante la OEA) y Roosevelt Thayer Galindo (Cónsul General en Nueva York).
Con esta participación, Panamá reafirma su compromiso con la promoción cultural y la identidad nacional en escenarios internacionales. La presencia de su delegación demostró que, sin importar la distancia, el amor por el tambor, la pollera y el sombrero pintao sigue sonando fuerte donde haya un panameño.



