El rebrote del gusano barrenador en Panamá sigue siendo motivo de preocupación tanto para las autoridades sanitarias como para los productores agropecuarios. Según un informe del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación del Gusano Barrenador (Copeg) y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), esta plaga, que había sido controlada a finales de los años 60, ha resurgido con fuerza en todo el país.
Panamá enfrenta el mayor número de casos en la región, con 17,968 animales y 79 personas afectadas por esta plaga hasta septiembre de este año, según cifras del Ministerio de Salud. Países vecinos como Costa Rica, Nicaragua y Honduras también están lidiando con el rebrote, aunque en menor escala. Reynaldo Vivero, médico veterinario del MIDA, afirmó que una de las razones del resurgimiento de la plaga ha sido la falta de atención durante la pandemia, lo que permitió que el gusano barrenador volviera a extenderse.
El gusano barrenador pone sus huevos en heridas abiertas de animales y seres humanos, causando infecciones severas que, de no ser tratadas a tiempo, pueden provocar complicaciones graves. Las autoridades hacen un llamado a la población y a los productores para que vigilen cuidadosamente las heridas de los animales y tomen medidas inmediatas ante cualquier signo de infestación.
Una de las principales preocupaciones es la movilización de animales infectados, lo que facilita la propagación de la plaga a otras regiones. Para combatir la reproducción del gusano barrenador, Panamá cuenta con la única planta en la región dedicada a la producción de moscas estériles, que ayudan a controlar la plaga. Sin embargo, debido a la alta demanda de moscas estériles en otros países de Centroamérica, la distribución dentro de Panamá ha sido limitada.
Las autoridades reiteran la importancia de una mayor colaboración entre el sector productivo y la ciudadanía para contener el avance del gusano barrenador, una plaga que representa una seria amenaza tanto para la salud pública como para la industria ganadera del país.


