Las quemaduras continúan siendo una de las principales causas de ingreso de niños al hospital en Panamá, especialmente en edades tempranas. Así lo advirtió la doctora Marvis Corro, jefa de la Unidad de Quemados del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, durante una entrevista concedida a Mi Diario.
De acuerdo con la especialista, la mayor cantidad de casos atendidos a lo largo del año se debe a quemaduras por líquidos calientes, conocidas como escaldaduras, y afectan principalmente a niños entre los 0 y 5 años de edad.
En lo que va del año 2025, la Unidad de Quemados ha registrado 10 casos relacionados con el manejo de artefactos pirotécnicos. De ese total, tres ingresos se produjeron durante el mes de diciembre, periodo en el que aumentan los riesgos por celebraciones y festividades.
En el mes de diciembre aumentan los casos de niños quemados en el país. CortesíaLa doctora Corro fue enfática al señalar que ningún artefacto pirotécnico es seguro para los niños. “Todos contienen pólvora. No existe ninguno inocuo, ni siquiera las cebollitas o las estrellitas. Y no solo es no manipularlos, también es no ser espectador”, explicó.
Además de la pirotecnia, la especialista detalló otros escenarios frecuentes de riesgo dentro del hogar. Entre ellos, permitir que los niños permanezcan en la cocina mientras se preparan alimentos, cargarlos en brazos durante la cocción, o dejarlos cerca de hornos y superficies calientes, especialmente en fechas donde se asan pavos o jamones.
En áreas rurales, también se reportan quemaduras graves cuando los niños caen dentro de ollas grandes utilizadas para preparar comidas tradicionales. A esto se suman las quemaduras por fuego, contacto eléctrico y por sustancias químicas.
La doctora alertó sobre una práctica común y peligrosa: guardar productos de limpieza en envases de bebidas. “El niño piensa que es una soda y puede ingerir el químico, causando quemaduras internas en el sistema digestivo”, advirtió.
Sobre qué hacer ante una quemadura, Corro explicó que lo primero es asegurar el área, dependiendo del tipo de lesión. En casos leves por líquidos calientes, se pueden aplicar compresas frías —no hielo— durante 10 a 20 minutos y luego acudir al centro de salud más cercano. Si la quemadura es extensa, se debe cubrir al niño con una sábana limpia y seca y trasladarlo de inmediato para atención médica, sin manipular la herida.
Finalmente, la especialista recordó que muchas quemaduras por pirotecnia dejan secuelas permanentes. “Son lesiones que requieren cirugías, injertos, amputaciones o causan pérdida de la vista. El daño no es solo físico, también psicológico y emocional para toda la familia”, señaló.
El llamado de la Unidad de Quemados es claro: prevenir para evitar ingresos hospitalarios y permitir que el personal médico pueda atender a quienes realmente lo necesiten. “La pirotecnia se prende en segundos, pero las consecuencias duran toda la vida”, concluyó.


