La sorpresiva cancelación de la llamada telefónica entre el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha encendido la polémica en diversos sectores políticos y empresariales del país. Según informó la Presidencia de Panamá en redes sociales, la suspensión se dio por ajustes imprevistos en la agenda de la Casa Blanca, dejando la comunicación pendiente para una fecha aún por confirmar.
Diversas voces se han alzado ante lo ocurrido. Para la diputada Walkiria Chandler, “el hecho de que se cancelara la llamada a último minuto sugiere que no se considera prioridad el diálogo con nuestro presidente”, e hizo un llamado a defender la soberanía con la dignidad que merecen todos los panameños. Por su parte, el diputado Crispiano Adames (PRD) calificó el suceso como “una falta de tacto diplomático” por parte de Trump.
Del lado empresarial, Rubén Castillo, expresidente del Conep, expresó preocupación al considerar que esta cancelación genera “un ambiente de incertidumbre”. Afirmó, además, que Panamá siempre ha demostrado ser un aliado y socio comercial leal de Estados Unidos, pero recalcó que el Canal de Panamá “no se negocia”.
La reprogramación de esta llamada queda en el limbo, mientras los diferentes sectores piden una postura firme del gobierno panameño y una pronta aclaración por parte de Estados Unidos sobre sus verdaderas intenciones.