Reformas urgentes para la CSS: ¿será suficiente el debate en la Asamblea?

La Caja de Seguro Social (CSS) enfrenta una crisis que podría reducir las pensiones al 50% en 2029 si no se toman medidas urgentes. Así lo advirtió el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, durante la segunda jornada de consultas del proyecto de ley 163 en la Asamblea Nacional. “Si no hacemos algo, el próximo año solo podremos pagar el 87% de las pensiones. El tiempo se nos agota”, enfatizó Boyd.

El debate sobre la reforma a la Ley Orgánica de la CSS ha desatado tensiones en el país. Boyd aseguró que el Gobierno, liderado por el presidente José Raúl Mulino, no esconderá la gravedad del problema. “No vamos a pasar la cuenta a las próximas generaciones. Vamos a enfrentar esto mirando a los panameños a los ojos”, declaró.

La Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional ha abierto sus puertas para que ciudadanos, expertos y organizaciones propongan soluciones. Sin embargo, la incertidumbre sigue latente: ¿Serán estas consultas suficientes para resolver una crisis que afecta a miles de jubilados y trabajadores?

Durante las consultas del pasado viernes, la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social, en sesión permanente, escuchó a diversos sectores. El doctor Fernando Castañeda, secretario general de AMOACSS, instó a la revisión de las deficiencias en la atención médica. Alonso Rodríguez, de GRUPADI, denunció irregularidades en el personal y en el sistema de adquisición de medicamentos, mientras Luis Aldeano, de la sociedad civil, enfatizó que aumentar la edad de jubilación no es la solución.

El representante del FRENEI, Humberto Montero, reiteró que el sector magisterial seguirá en el sistema solidario y criticó que su propuesta no fuera incluida en el proyecto. El director de la CSS, Dino Mon, y el ministro Boyd escucharon con atención, subrayando que todas las propuestas serán evaluadas.

El periodo de consultas continuará este lunes 18 de noviembre, en un ambiente donde el futuro de la seguridad social en Panamá pende de un hilo. La pregunta que queda es si las decisiones que se tomen serán suficientes para evitar el colapso del sistema.