La Universidad de Panamá se cansó de las palancas y decidió ponerle el ojo al nepotismo con una medida que ya está dando de qué hablar: a partir de ahora, todo nuevo funcionario administrativo tendrá que firmar una declaración jurada donde asegure, bajo pena de anulación del cargo, que no tiene parientes en la misma unidad donde trabajará.
La decisión fue aprobada por el Consejo Administrativo de la casa de estudios superiores más grande del país, con el fin de blindar los procesos de nombramiento y garantizar que nadie entre por “dedito” o favores familiares.
La declaración no es cualquier papel: incluye un texto claro donde el firmante asegura que no tiene vínculos de parentesco hasta el tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad con ningún funcionario administrativo ni autoridad docente-administrativa en su misma unidad de trabajo. Además, autoriza que esa información sea verificada y, si resulta falsa, el nombramiento queda automáticamente sin efecto.
Con esto, la Universidad busca reforzar los controles internos y evitar los conflictos de interés que han salpicado a más de una institución pública en el país. La medida también responde al seguimiento que realiza la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (ANTAI), que ha estado encima de los casos de posibles acomodos en la nómina universitaria.
El rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores Castro, aseguró que esta iniciativa es parte de un trabajo conjunto con ANTAI, en línea con las recomendaciones que surgen tras las inspecciones por denuncias de nepotismo. “Estamos comprometidos con la transparencia y la ética institucional”, dijo.
Hasta ahora, la medida ha sido bien recibida por varios sectores académicos y administrativos, que consideran que es un paso firme hacia la rendición de cuentas y el fortalecimiento de una cultura universitaria más limpia.
Cabe recordar que la Universidad de Panamá, con miles de funcionarios y estudiantes en sus filas, es una de las instituciones públicas más grandes del país, y ha estado bajo la lupa por señalamientos de “puestos heredados” y “nombramientos con apellido”.
Con este nuevo requisito, se busca cortar de raíz los favoritismos y dar el ejemplo desde la academia, un espacio que debe formar, pero también predicar con el ejemplo.