Los chimpancés podrían estar consumiendo el equivalente a dos cócteles diarios sin siquiera buscarlo. Así lo reveló un estudio de la Universidad de California, Berkeley, publicado en Science Advances, que midió por primera vez el contenido alcohólico de las frutas que comen estos primates en su entorno natural en África, reseñó Smithsonian Informa.
Según los investigadores, los chimpancés consumen alrededor de 14 gramos de etanol al día, la misma cantidad que una bebida alcohólica estándar en Estados Unidos. Pero como su peso corporal es menor que el de un humano promedio, la dosis equivale a casi dos tragos para nosotros.
Frutas con “efecto sorpresa”
El hallazgo se basó en el análisis de 21 especies de frutas recolectadas en dos reservas: Ngogo en Uganda y Taï en Costa de Marfil. El contenido medio de alcohol fue de 0.26 % en peso, suficiente para que los chimpancés —que consumen unos 4.5 kilos de fruta madura al día— ingieran una dosis significativa de etanol.
Robert Dudley, profesor de biología integrativa en Berkeley e investigador asociado del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá, explicó que incluso concentraciones bajas, sumadas al volumen de fruta consumido, aportan un nivel constante de alcohol.
“La atracción humana por el alcohol probablemente surgió de esta herencia alimentaria compartida con nuestros ancestros primates”, señaló.
Sin borracheras, pero con herencia evolutiva
Los chimpancés comen fruta durante todo el día y no muestran signos evidentes de embriaguez. Para que se “emborracharan” tendrían que ingerir cantidades tan grandes que su estómago no lo soportaría. Sin embargo, la exposición crónica a bajos niveles de alcohol sugiere que el consumo de etanol formaba parte de la dieta tanto de los chimpancés como de nuestros antepasados.
La investigación refuerza la llamada “hipótesis del mono borracho”, planteada por Dudley hace más de dos décadas, que propone que la atracción humana por el alcohol proviene de una herencia evolutiva ligada a la fermentación natural de las frutas.
Más allá de los chimpancés
El fenómeno no es exclusivo de los primates. Estudios recientes también han detectado metabolitos de alcohol en aves y en monos araña de Panamá que consumen frutas fermentadas. Los científicos creen que el olor del etanol ayuda a los animales a localizar alimentos más dulces y energéticos, y que incluso podría tener un rol en los vínculos sociales de algunas especies.
Con este trabajo, los investigadores sientan las bases para seguir explorando cómo el alcohol ha estado presente en la dieta de múltiples animales, incluido el ser humano, mucho antes de que existieran las destilerías y los bares.
Fuente: Es probable que los chimpancés ingieran al día el equivalente a varias bebidas alcohólicas en su entorno natural, Universidad de California, Berkeley / Science Advances.


