En plena Plaza 5 de Mayo, donde el bullicio de la ciudad se mezcla con el ir y venir de transeúntes, se esconde un rincón que resuena como un respiro económico en tiempos difíciles. Aquí, entre el movimiento diario y el tráfico incesante, un hombre conocido como el señor Colón ha logrado hacer de su puesto de frutas y verduras una verdadera joya para quienes buscan estirar el dólar.
“Dos piñas por un dólar, dos lechugas por un dólar, 16 guineos verdes por un dólar, apio, berenjenas, zanahorias, mandarinas, papas, repollo”, resuena el parlante en su pequeño mercado al aire libre, justo frente al icónico Parque de la 5 de Mayo, diagonal a la Asamblea Nacional.
Este puesto, que parece sacado de un cuento donde la economía no duele tanto, ofrece productos frescos a precios que parecen irreales en tiempos de crisis. Y es que, con apenas cinco dólares en el bolsillo, nosotros decidimos hacer la prueba: guineos, papayas, ciruelas, jengibre, brócoli, ciruelas y hasta un puñado de uvas cayeron en nuestras manos, con ñapa incluida.
Colón lleva más de un año siendo el salvavidas de quienes pasan por esta zona. Con una sonrisa y su fiel parlante promocionando los productos, ha logrado que la gente acuda a su puesto no solo por los bajos precios, sino por la calidad y el trato amable. “La gente viene porque sabe que aquí puede ahorrar, y más en estos tiempos tan duros”, nos cuenta mientras acomoda unas naranjas perfectamente alineadas.
Los compradores, satisfechos, no pueden dejar de señalar la diferencia que se siente al comprar en este mercado.
“En otros lados, con cinco dólares no me llevo ni la mitad de lo que me llevo aquí”, nos confiesa una señora que cargaba varias bolsas llenas de frutas y verduras.
Y es que en el puesto del señor Colón, la economía parece dar un respiro. Donde todo cuesta un dólar, lo difícil se vuelve un poquito más llevadero.