El reciente incidente violento en el colegio José Guardia Vega, en Colón, donde cuatro estudiantes resultaron apuñalados por un compañero, ha encendido las alarmas sobre la presencia de pandillas dentro del sistema educativo y la urgente necesidad de un enfoque preventivo y comunitario, según la directora nacional de Servicios Psicoeducativos del Meduca, Verushka Ordás.
El ataque ocurrió la mañana del 2 de octubre cuando un estudiante ingresó al aula y lesionó con arma blanca a cuatro compañeros, dos de los cuales permanecen hospitalizados en el Manuel Amador Guerrero, con custodia policial. Se sospecha que la motivación fue la presión para que los jóvenes ingresen a una pandilla de la provincia, tema que ha generado preocupación en padres y docentes. Tres personas fueron detenidas en relación con el hecho, y la policía investiga la posible participación del padre del agresor.

Ordás enfatizó que más allá del daño físico está el trauma colectivo que afecta a toda la comunidad educativa, desde estudiantes hasta profesores que ahora temen por su seguridad. Se activó una comisión interinstitucional con participación de Meduca, Policía Nacional y organismos de protección a la niñez para garantizar un regreso seguro a clases y brindar atención socioemocional a estudiantes, familias y docentes.
Lamentamos lo sucedido en el centro educativo y damos acompañamiento a los familiares, se activó la comisión de disciplina y estamos en coordinación con las autoridades competentes, a efecto de colaborar con el proceso de investigación y garantizar la seguridad.#SomosMeduca pic.twitter.com/mzrtiPStS1
— Ministerio de Educación de Panamá (@MeducaPma) October 2, 2025
La directora de Servicios Psicoeducativos cuestionó que expulsar a los estudiantes no sea la solución, pues fuera de la escuela enfrentan mayores riesgos. Reconoció las limitaciones del sistema, que solo tiene gabinetes psicopedagógicos permanentes en el 5% de los colegios, aunque se trabaja para ampliar esta cobertura. Además, adelantó que se retomarán masivamente las jornadas de escuelas para padres para fortalecer el rol familiar en la prevención.
Sobre la compleja realidad de Colón, con al menos 50 pandillas activas, Ordás llamó a construir redes de prevención y detectar a tiempo señales de alerta, ya que los hechos violentos reflejan historias de abandono, abuso o consumo de sustancias. Insistió en que la solución requiere un sistema de protección y no exclusión, para contener el problema desde sus raíces.



