Durante la misa del Segundo Domingo de Adviento, el arzobispo José Domingo Ulloa llamó a los panameños a vivir una Navidad centrada en la conversión interior, lejos del consumismo.
Ante feligreses en la Catedral Basílica Santa María la Antigua y quienes siguieron la transmisión, Ulloa recordó que “la verdadera celebración nace en un corazón dispuesto a dejarse transformar por Dios”.
El arzobispo subrayó que el tiempo de Adviento es un llamado a despertar espiritualmente, preparando el corazón como el verdadero pesebre donde Dios quiere nacer.
Inspirado en Juan el Bautista, destacó que la palabra de Dios puede incomodar, pero actúa como un “despertador espiritual” que invita a revisar la vida con sinceridad.
“Convertirse no es limpiar ventanas, sino limpiar el corazón”, afirmó, señalando que la Navidad auténtica depende de gestos de transformación interior, no de adornos ni compras.
Arzobispo José Domingo Ulloa.
“Convertirse es dejar que Dios reoriente el rumbo de nuestra vida. No se trata de limpiar ventanas, sino de limpiar el corazón”.
Ulloa explicó que la conversión implica reconocer actitudes torcidas como rencor, egoísmo, orgullo y tristeza, y permitir que Dios enderece la vida. También llamó a una conversión social, promoviendo justicia, transparencia y solidaridad, especialmente hacia los más vulnerables.
Además, reconoció los 50 años del ISA y alentó a sumarse a la Teletón 20-30, destacando su impacto en la solidaridad y prevención de enfermedades.
El arzobispo concluyó: “Que nuestro corazón sea el pesebre donde Dios nazca de nuevo”.


