Tras varios meses sin dar declaraciones, y luego de estar fuera del ojo público por una gripe, la rectora de la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), Etelvina de Bonagas, reapareció con un mensaje que pone la institución en el centro del debate: la universidad recibió solo B/.72 millones de los B/.108 millones aprobados para su funcionamiento en 2025, reseñó Telemetro Reporta.
El golpe al bolsillo universitario ha obligado a la UNACHI a ajustar gastos, recortar planillas y reorganizar horarios, en medio de un clima de críticas que, según la rectora, no siempre tienen fundamento. “De aquí salen grandes profesionales, independiente de todo lo que se diga de la universidad”, recalcó, dejando claro que no está dispuesta a seguir callando frente a lo que calificó como señalamientos falsos.
Una universidad más allá de Chiriquí
De Bonagas recordó que la UNACHI no solo atiende a jóvenes chiricanos, sino también a estudiantes de Bocas del Toro y las provincias centrales, reforzando su papel como institución con proyección nacional. La invitación fue directa: que las autoridades visiten el campus en David y vean de primera mano lo que se hace en aulas, laboratorios y proyectos comunitarios.
Las declaraciones se dieron durante un acto de reconocimiento a estudiantes universitarios que apoyaron con clases de reforzamiento a graduandos de colegios del distrito de David, una iniciativa que la rectora resaltó como ejemplo de compromiso social.
Sin asesores y con más carga para los docentes
La funcionaria también aclaró que actualmente la universidad no cuenta con asesores externos. Los docentes, tanto de tiempo completo como de medio tiempo, cumplen con 30 horas funcionales, luego de que se ejecutaran despidos para ajustar el gasto a la nueva realidad presupuestaria.
La mirada ahora está puesta en la Asamblea Nacional, donde en los próximos días el equipo administrativo de la UNACHI deberá sustentar el presupuesto 2026, una cita clave que definirá si habrá alivio financiero o si los recortes seguirán golpeando a la institución.
En medio de investigaciones
Mientras tanto, la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (ANTAI) mantiene investigaciones abiertas sobre presuntas irregularidades en las planillas universitarias, incluyendo la posible existencia de clanes familiares. Aunque De Bonagas no entró en detalle sobre este tema, el ruido se mantiene y añade presión sobre su administración.
Con el bolsillo apretado, la lupa de las autoridades encima y la responsabilidad de atender a miles de estudiantes, la UNACHI enfrenta un escenario que pondrá a prueba su capacidad para resistir críticas y asegurar recursos que garanticen su funcionamiento.

