Como cada octubre, la fe mueve multitudes y también pone a andar a más de 500 unidades de la Policía Nacional que se desplegaron para cuidar a los miles de devotos que llegan al distrito de Portobelo por la tradicional festividad del Cristo Negro.
El subcomisionado Hermógenes Argüelles, jefe de la Tercera Zona Policial de Colón, explicó que el operativo tiene como misión principal proteger la vida y los bienes de los peregrinos, que vienen tanto del interior del país como del extranjero para cumplir promesas o pedir milagros al Nazareno.
Para mantener el orden, los agentes están distribuidos en cinco puntos de control y doce puntos de observación en las principales vías de acceso a este histórico pueblo colonense. Además, se cuenta con el apoyo de varias direcciones especializadas, incluyendo Tránsito, Inteligencia Policial, Investigación Judicial, Prevención Comunitaria, Antidrogas y hasta unidades en bici, motos y de niñez y adolescencia.

Pero ojo, porque las autoridades están firmes: queda prohibido portar armas de fuego, incluso con permiso, así como cuchillos, machetes u objetos contundentes. Si alguien es sorprendido con uno de estos artículos, será decomisado y entregado a las autoridades correspondientes, tal como dicta el decreto municipal vigente.
Desde el viernes, se comenzaron a ver los primeros grupos de fieles caminando hacia la iglesia de San Felipe, cumpliendo con sus promesas, llevando túnicas moradas y algunos incluso descalzos, como muestra de su fe y agradecimiento.

El operativo se mantendrá activo durante toda la jornada religiosa, que tiene su punto más alto este 21 de octubre, cuando se realiza la esperada procesión del Cristo Negro, una figura que, año tras año, reúne a creyentes, curiosos y hasta promeseros de otros países.




