La Fiscalía de República Dominicana confirmó que ha recibido al menos 52 denuncias contra los propietarios de la discoteca Jet Set, cuyo colapso dejó 233 muertos el pasado 8 de abril en plena presentación del merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en la tragedia.
El abogado Plutarco Jáquez, que representa a familiares de cuatro víctimas, presentó una solicitud formal ante el Ministerio Público para la detención de Antonio Espaillat, representante legal de la familia dueña del local. “Nosotros vamos hasta las últimas consecuencias”, aseguró Jáquez.
Entre las 52 acciones judiciales hay demandas civiles por indemnización y querellas penales en busca de responsabilidades por el colapso del techo del icónico local nocturno ubicado en Santo Domingo.
Hasta el momento, nadie ha sido procesado penalmente, y las investigaciones oficiales aún no arrojan resultados concluyentes. No obstante, expertos señalan como principales causas la sobrecarga estructural del edificio y la falta de fiscalización adecuada por parte de las autoridades.
El propio Espaillat admitió públicamente el pasado 23 de abril que el local “siempre tuvo filtraciones” y que “nunca fue supervisado” correctamente. También manifestó estar disponible para colaborar con la justicia.
El colapso del Jet Set ya es considerado una de las mayores tragedias en la historia reciente de República Dominicana. Solo en 2023, una explosión en San Cristóbal dejó 38 muertos, mientras que en 2005 un incendio en la cárcel de Higüey cobró la vida de 136 reclusos.
Familiares de las víctimas exigen justicia, mientras el país continúa en duelo y con la mirada puesta en las acciones de la fiscalía. El caso sigue abierto… y las acusaciones no paran de crecer.