La vida para Yariela Castro de Cueto ha dado un giro de 180 grados desde que en junio de este año recibió la mala noticia de que sufría de cáncer de seno.
Antes, en marzo, palpó su seno derecho y sintió una bolita. Iniciaba la pandemia en el país y las citas en los centros médicos eran escasas, aunque finalmente logró atenderse y tras una biopsia, confirmó su sospecha.
En principio, Yariela tenía algo de temor y pensaba que lo que venía era la muerte, porque sentía dolor en el seno. Su cáncer era tipo 2.
Criada con valores cristianos, esta mujer se aferró a la palabra y les comentó a sus pastores de la congregación la situación de salud que vivía. Ellos les dieron ánimo y bendiciones de salud. “Me dijeron que esto no viene para muerte, sino para dar vida. Que yo serviría de testimonio”, recordó.
Yariela de Cueto, es madre de dos hijos. En el 2017 ganó ganó el concurso del Policía Ejemplar.Yariela tiene 27 años y nueve meses de pertenecer a la Policía Nacional, siguiendo los mismos pasos de su padre.
Ha pasado de tener una vida activa y de hacer las cosas ella misma a tener una vida más calmada, pues ahora se agota. La ayuda su madre, que es una adulta mayor, pues es poco lo que puede colaborar en su casa.
“Tuve tres cirugías en 30 días. Me extrajeron el tumor, medía cinco centímetros y tuve una caída que me provocó un hematoma”, dijo.
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“Hay que luchar mucho y ahora estoy recibiendo tratamiento de quimioterapia, pero me muestro positiva, se dan cuenta de mi enfermedad porque perdí el cabello y a veces me canso. He valorado más a mi familia, uno solo no puede, se requiere de cada miembro de la familia para enfrentar esto”, indicó.
Recomendación
Yariela citó Proverbio 17:22 e instó a todos aquellos que atraviesan por una enfermedad a cumplir este versículo bíblico. Ella lo aplica a su vida. “Para todo lo que hagamos es una batalla mental, porque la misma mente te crea problemas. Si tienes cáncer recíbelo, acéptalo y ve en contra de ese mal. Dios lo envió por algo”, reflexionó.
"Cuando mi mamá y mi hija se enteraron, se pusieron tristes, pero me mostré optimista así que ellas no sufren y no me siento mal yo.
La teniente de la Policía sabe que saldrá de esa batalla, porque aún quiere hacer muchas cosas que tiene pendientes. ¡Fuerzas, bendiciones y adelante!


