Este lunes, 28 de octubre de 2024, la exdiputada perredista Zulay Rodríguez fue imputada por presunta estafa agravada, acusada de apropiarse de láminas de oro que pertenecían al fallecido mexicano José Luis Penagos.
Sin embargo, en un giro inesperado, Rodríguez alcanzó un acuerdo económico con el denunciante, Juan David Penagos, hijo del comerciante, quien decidió desistir de la denuncia tras la negociación. La audiencia, presidida por el juez Fermín Bonilla, comenzó temprano y estuvo marcada por momentos de tensión.
Si bien el juez aceptó la imputación por estafa presentada por la fiscal Elizabeth Carrión, desestimó el cargo de asociación ilícita por prescripción del delito.
La sesión tuvo un receso a media mañana, permitiendo que Penagos se conectara vía Zoom a las 2:00 p.m., momento en el cual sorprendió al tribunal con la noticia del acuerdo, confirmando su satisfacción con el mismo y negando haber sido presionado o amenazado. La fiscal Carrión respaldó el desistimiento, recordando que, en casos de estafa, las partes pueden llegar a este tipo de acuerdos.
A su vez, la defensa de Rodríguez, encabezada por el abogado Félix Humberto Paz, aprovechó para solicitar que el desistimiento se extendiera a tres personas adicionales denunciadas en un expediente aparte. Al salir de la sala, Zulay Rodríguez aseguró a los medios que ella y el denunciante habían sido manipulados por terceros interesados en perjudicar su carrera política.
Mientras tanto, el caso sigue generando atención pública, ya que la investigación se extiende a otros implicados, incluyendo al esposo de Rodríguez, Álvaro Testa, y a sus socios Rafael Araúz y Luz Eneida Canto, en una trama que promete nuevos capítulos en la arena judicial.


