El Viernes antes al Domingo de Ramos se celebra la tradición de los dolores de María.
En algunas regiones es considerado como el inicio de la Semana Mayor y por ello se hace una procesión.
Este día los católicos manifiestan su fervor religioso a los dolores de Nuestra Señora para acompañarla en lo que vivió por su Hijo, que habitualmente se recuerda como la profecía de Simeón, la huida a Egipto, la pérdida del Niño en el templo, el encuentro con Jesús en la Vía Dolorosa, el dolor de la crucifixión, el descenso de la cruz y cuando sepultan a Jesús.
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En el Casco Antiguo en el corregimiento de San Felipe se realizó anoche por tercer año consecutivo la procesión del viernes de Dolores.
La Cofradía del Santísimo Cristo Redentor de la Buena Muerte es la encargada de organizar esta actividad que inició a las 6:00 p.m. con una misa en la parroquia Nuestra Señora de La Merced.
Allí el arzobispo José Domingo Ulloa, aprovechó para destacar la importancia para los católicos de la semana en la que celebran la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Iniciamos centrando nuestra meditación en María, en el dolor, en el sufrimiento de ver morir a su hijo en la cruz y hoy también se inauguró un nuevo paso en la iglesia La Merced en la que se retoman las tradiciones en el Casco Antiguo y la Catedral Basílica.
Por: Carlos Ávila | Mi Diario Panamá