Álvaro Virola, de 43 años y considerado el azote de los abusos sexuales en la comunidad de El Pedregoso, en Santa Fe de Veraguas, fue sentado nuevamente en el banquillo de los acusados por el presunto delito de abuso sexual en contra de otras dos hijas menores.
Este caso espeluznante tiene a la comunidad veragüense consternada, puesto que este hombre ha enfrentado cinco procesos similares. Ayer se le imputó por violación y acto libidinoso en dos audiencias por separado.
Una fuente judicial informó que este hombre ya fue enjuiciado y condenado por la violación de otras dos hijas, pagó la pena, regresó a la comunidad y supuestamente repitió en sus prácticas.
Un hombre depravado
Su hermana Cecilia Virola, quien alega ser de los pocos familiares no abusados por Álvaro, narró tras la audiencia que al menos se siente tranquila, pero reiteró el pedido para que más personas afectadas por su hermano presenten sus denuncias.
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Acotó que las autoridades desconocen que su propio hermano mantenía relaciones sexuales con animales, como yeguas, caballos, perros y puercos, entre otros, escenas que ella empezó a ver desde que era niña.
Acotó que también vio cómo el acusado abusaba de sus propias hijas de 11, 13 y 14 años, así como cinco hermanas de ambos que eran menores. Las agresiones incluyen a unas 40 mujeres, en su mayoría niñas de poca edad de la comunidad.
Lamentó que en la comunidad de Caloveborita ninguna persona se atreva a hablar del tema y menos hacer las denuncias.
Mi hermano ha tenido varias mujeres, pero cada hija que nacía la manoseaba, y cuando ya tenía de 9 a 13 años, la violaba, al igual que las mujeres y niñas de la comunidad', comentó Cecilia a este medio.
Cecilia dijo que sigue con miedo porque ha sido amenazada.
Delitos sexuales
Las autoridades del Ministerio Público en Santa Fe de Veraguas investigan más de 55 denuncias de abusos sexuales en perjuicio de niñas.
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De este total, ocho sujetos están pagando condena, mientras que ya hay personas con órdenes de detención que no se han hecho efectivas porque viven en comunidades distantes, difíciles de acceder.
Por: Solangel Ruiz | Mi Diario
