El misterio terminó en tragedia. Las pruebas de ADN realizadas a los restos hallados en el río Changuinola, el pasado sábado 31 de mayo, confirmaron los peores temores: se trata del pequeño Salahuddin Musa Bint Ghussan, de tan solo 7 meses de nacido.
Este lunes, la fiscal de Homicidio y Femicidio de Bocas del Toro, Marissa Caballero, confirmó que el resultado de los exámenes forenses corresponde al infante que había sido reportado como desaparecido el 21 de mayo junto a su hermanita de 2 años, Nousaybah.
Ambos fueron sacados de la casa de su madre en El Empalme, presuntamente por su padre, Iqbal Ghussan, un ciudadano canadiense de 31 años que ahora es buscado por las autoridades panameñas. Ghussan es practicante del islam y padece de problemas de salud mental.
El cuerpo sin vida del bebé fue hallado flotando en el afluente con claros signos de haber estado varios días en el agua. Hasta ahora, no hay rastro de la pequeña Nousaybah, y su búsqueda continúa con urgencia.
“La investigación sigue abierta. No descansaremos hasta encontrar a la niña y llevar al responsable ante la justicia”, aseguró la fiscal Caballero.
Las autoridades piden a la ciudadanía que aporte cualquier información que pueda ayudar a localizar a la menor o al padre, quien es señalado como el principal sospechoso de esta tragedia que ha estremecido al país.