Los operativos se realizaron de forma simultánea en Chiriquí y Panamá, con el respaldo del Ministerio Público.
Según las autoridades, los autos recuperados tenían alteraciones físicas, papeles falsos y algunos habían sido inscritos de forma ilegal en municipios panameños, pese a tener reportes activos de robo, incluso a mano armada, en Costa Rica.
Del total de vehículos:
2 estaban reportados como robados en Costa Rica, ambos mediante asaltos violentos.
1 tenía denuncia de hurto en Panamá.
3 presentaban documentos fraudulentos.
La DIJ ya investiga si detrás de este caso hay una red criminal binacional que roba vehículos en territorio costarricense y los legaliza con documentación adulterada en Panamá, para luego venderlos a terceros desprevenidos.
Los autos fueron puestos a órdenes del Ministerio Público, que continuará con las diligencias para identificar a los responsables y determinar el alcance de este esquema delictivo.
La Policía ha reiterado su llamado a la ciudadanía a verificar siempre el historial de cualquier auto antes de comprarlo, ya que muchos de estos terminan siendo parte de redes de crimen organizado.