La Fiscalía Regional de Panamá Oeste salió a la calle y puso el ojo en un tema que afecta al bolsillo del productor y al plato del consumidor: la venta ilícita de productos cárnicos vinculados al hurto pecuario.
Este 22 de octubre de 2025, la Sección Primera de Delitos contra el Patrimonio Económico, en conjunto con la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) y el Ministerio de Salud (MINSA), ejecutó la operación “Holstein 2” en varios distritos de la provincia.
Autoridades del Ministerio Público, la DIJ y el MINSA recorrieron varios distritos de Panamá Oeste en la operación “Holstein 2”, enfocada en detectar locales que vendían carne sin respaldo legal ni sanitario.Los equipos se movieron por Capira, Chame, San Carlos y La Chorrera para ubicar documentación relacionada con la presunta comercialización ilegal de carne. En total se allanaron 11 puntos, entre ellos minisúper, restaurantes y parrilladas.
En algunos de esos locales —informó el Ministerio Público— los propietarios no pudieron acreditar la legalidad ni la procedencia de los productos que tenían a la venta.
La jugada tiene dos frentes claros: por un lado, cortarles el paso a las redes que compran y mueven ganado robado; por el otro, proteger al consumidor de productos cuyo origen no está claro.
De ahí el acompañamiento del MINSA, que participa para revisar las condiciones sanitarias y la trazabilidad de lo que llega a los mostradores. La DIJ, por su parte, respalda la búsqueda de indicios que permitan reconstruir la ruta del delito y dar con los responsables.
La Fiscalía fue directa: estas diligencias forman parte de investigaciones en curso sobre hurto pecuario y buscan reunir pruebas para acreditar el delito y llevar a los implicados ante los tribunales. No se detallaron detenciones ni decomisos específicos al cierre del operativo, pero sí se confirmó que la documentación levantada servirá para fortalecer los expedientes abiertos.
Autoridades del Ministerio Público, la DIJ y el MINSA recorrieron varios distritos de Panamá Oeste en la operación “Holstein 2”, enfocada en detectar locales que vendían carne sin respaldo legal ni sanitario.El golpe también tiene un mensaje para el comercio minorista y de comida: la factura y la guía sanitaria no son opcionales. En el caso de la carne, demostrar el origen es clave para no terminar en problemas legales y, sobre todo, para no poner en riesgo al consumidor. Los locales que no pudieron presentar respaldo tendrán que explicar de dónde salió lo que ofrecían en sus vitrinas y parrillas.
“Holstein 2” se suma a las acciones que el Ministerio Público asegura realizar con criterios de objetividad y transparencia, y a su compromiso de ejercer la acción penal cuando corresponda.
Para los productores, el hurto pecuario no solo es un golpe al trabajo de meses; también encarece la cadena y abre la puerta a prácticas que distorsionan el mercado. Para los compradores, la venta informal con origen dudoso puede significar un riesgo en el plato.
En Panamá Oeste, donde conviven fincas ganaderas, playas y corredores comerciales en crecimiento, el operativo dejó claro que las autoridades están caminando los barrios y que la carne sin papeles no tiene cabida. Ahora las miradas se enfocan en lo que arrojen los informes de la DIJ y del MINSA, y en las posibles imputaciones que nazcan de la evidencia recogida.
Mientras tanto, el llamado es sencillo: si compra, exija respaldo; si vende, tenga sus papeles al día. Porque cuando la carne pasa de la finca a la mesa, la trazabilidad no es un lujo: es la línea que separa lo legal de lo ilegal.


