Una ráfaga de disparos rompió la tranquilidad de la noche del martes 13 de mayo en la ciudad de Colón. El blanco: Adolphus Antonio Laing, de 34 años, mejor conocido en la comunidad como ‘Adol’, quien recibió al menos ocho impactos de bala cuando caminaba por las calles 5 y 6 de la avenida Amador Guerrero, frente al parque La Concha.
El ataque fue directo y sorpresivo. Según testigos, solo se escucharon los balazos y luego el cuerpo de Laing quedó tirado en el pavimento. La escena generó pánico entre los vecinos, quienes corrieron a esconderse.
Unidades de la Policía Nacional llegaron rápidamente al lugar, recogieron al herido en una patrulla y lo llevaron al hospital Dr. Manuel Amador Guerrero, donde permanece en estado crítico.
La Dirección de Investigación Judicial y el Ministerio Público han abierto una investigación por tentativa de homicidio, pero hasta ahora no hay capturas ni se ha revelado el posible móvil del atentado.
Este nuevo caso se suma a la ola de violencia que azota la provincia de Colón, donde más de 30 personas han perdido la vida en lo que va del año. Las cifras reflejan una realidad alarmante que ni el patrullaje constante ha logrado contener.
Frente a esta situación, el alcalde de Colón, Diógenes Galván, anunció el pasado 12 de mayo la suspensión temporal de permisos para actividades masivas en vía pública después de las 6:00 p.m., especialmente en los corregimientos de Barrio Norte, Barrio Sur, Cativá, Cristóbal y Cristóbal Este.
Solo se permitirán eventos deportivos hasta esa hora y actividades nocturnas en locales debidamente autorizados como bares, discotecas y restaurantes. La medida estará vigente mientras se evalúa la situación de seguridad.
Galván también informó que se está coordinando una reunión con el Director Nacional de la Policía y otras autoridades locales para trazar una hoja de ruta que permita reducir la violencia en Colón, que una vez más, vuelve a ser protagonista de una noche sangrienta.