La incertidumbre sigue golpeando a la comunidad de Changuinola. La necropsia practicada al cuerpo del bebé encontrado el fin de semana en la ribera del río Changuinola no permitió determinar la causa de muerte, debido al avanzado estado de descomposición del cadáver. Así lo confirmó una fuente vinculada a la investigación del Ministerio Público.
Aunque todo apunta a que el cuerpo corresponde a Salahuddin Musa Bint Ghussan, de apenas 7 meses, desaparecido desde el 22 de mayo junto a su hermana Nousaybah, de 2 años, la identificación oficial aún no se ha confirmado. Las autoridades se mantienen a la espera de los resultados de las pruebas de ADN.
La fuente indicó que el cuerpecito no presentaba golpes ni signos visibles de trauma, por lo que preliminarmente se descarta una muerte violenta, aunque la investigación sigue abierta.
Ambos niños fueron vistos por última vez en compañía de su padre, un hombre de 31 años, extrabajador de la marina turca con diagnóstico de esquizofrenia. Según se ha sabido, el padre los habría sacado de casa durante un aparente episodio de crisis mental. La madre, quien es oriunda de Bocas del Toro, notó la desaparición horas después e inició la búsqueda por el río, un sitio que el padre solía frecuentar cuando se descompensaba.
En medio del drama, también se reveló que una hermana del menor, nacida en Turquía, continúa desaparecida.
El Ministerio Público mantiene las diligencias en curso y reiteró que todo el peso de la ley caerá sobre los responsables, mientras se espera el resultado de los análisis de ADN para confirmar si el cuerpo pertenece al pequeño Salahuddin. Entretanto, la búsqueda por Nousaybah sigue activa.