Llantos desgarradores se dejaban escuchar en medio de la ceremonia de despedida del joven Edgar Isaac Jiménez Cuadro, de 22 años de edad, una de las víctimas de la masacre en el búnker de Espinar en la provincia de Colón.
Aún no asimilan que Edgar no volverá más. Era el último adiós que sus familiares y seres queridos le dieron en la parroquia San Vicente en el sector de Arco Iris.
Luego de la ceremonia religiosa, seres queridos cargaron el féretro para sacarlo del templo hasta un auto y luego trasladarlo al cementerio de Monte Esperanza en Arco Iris, provincia de Colón.
Los recuerdos del joven en vida inundaron las memorias de todos los que participaron en el emotivo sepelio. Los suyos aún no encuentran consuelo.

Edgar fue uno de los siete jóvenes que salió de su casa para disfrutar de un paseo a un balneario entre amigos y terminó extraña y cruelmente asesinado con un disparo en su cabeza y golpes en su cuerpo.
Hay un sospechoso detenido mientras las investigaciones para esclarecer este hecho de extrema violencia continúan y la familia espera justicia.
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Imágenes del último adiós circularon en redes sociales despertando comentarios de tristeza y solidaridad con la familia de este joven víctima de la violencia.
