El Órgano Judicial de Chiriquí lanzó un mensaje contundente contra el maltrato infantil: un hombre y su pareja fueron condenados a prisión tras comprobarse que sometieron a una niña de apenas 9 años a un infierno de golpes y quemaduras.
La denuncia que destapó el caso no vino de la familia, sino de los maestros de la menor, quienes detectaron señales de abuso en mayo de 2023 y decidieron alzar la voz.
El padre de la niña recibió una condena de 72 meses tras las rejas, mientras que la madrastra fue sentenciada a 36 meses de cárcel. Según las autoridades, se trata de una de las sanciones más severas impuestas en la provincia por este tipo de delito.
La alerta de los docentes
Todo comenzó en la escuela donde estudiaba la menor. Los educadores notaron quemaduras de segundo grado en sus manos y que su cabello había sido cortado de forma irregular.
Conscientes de que algo andaba mal, los docentes informaron de inmediato a las autoridades, lo que permitió que la niña fuera trasladada al Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, donde permaneció más de 15 días bajo observación médica.
Revelaron que la menor sufría de castigos corporales: era amarrada de manos y pies en su habitación, se le privaba de alimento y de realizar sus necesidades fisiológicas por periodos de hasta una semana, todo ello bajo la autoridad de su propio padre y su madrastra.
Investigación y juicio
La denuncia escolar abrió un proceso que terminó en los tribunales. Durante la audiencia de juicio oral, se presentó un cuadro que estremeció a los asistentes: la niña había sido víctima de un patrón de maltrato constante.
El tribunal no dudó en aplicar penas ejemplares, buscando dejar claro que en Chiriquí no habrá tolerancia para quienes atenten contra la niñez.
Lo que viene
Aunque la sentencia ya está dictada, el caso no está cerrado. La defensa de los condenados interpuso recursos legales en un intento por anular el fallo. Sin embargo, tanto el Ministerio Público como las partes querellantes insisten en que el veredicto representa un acto de justicia y una advertencia para quienes crean que pueden maltratar a menores sin consecuencias.
Precedente en la provincia
Este fallo marca un precedente en Chiriquí y pone en relieve la importancia de los maestros como primeros protectores. Gracias a su intervención, la niña pudo ser atendida y el caso llegó a los estrados judiciales. La sentencia también abre el debate sobre la necesidad de reforzar las políticas de prevención y atención temprana en casos de violencia contra menores en Panamá.
La historia de esta niña de 9 años es dolorosa, pero su caso ahora simboliza una victoria de la justicia sobre el silencio y el miedo.


