El niño le reveló a su mamá todo lo que supuestamente le hacía el cura. La audiencia fue reprogramada por covid

La audiencia de acusación del sacerdote separado Arístides Rodríguez Otero, de 58 años, que debió darse la mañana de este jueves, 9 de junio, en el Sistema Penal Acusatorio en David, Chiriquí, tuvo que ser reprogramada debido a que la defensa del imputado presentó certificados de incapacidad por complicaciones de salud, por covid-19, según se informó.

El sacerdote es investigado por los presuntos delitos de violación sexual agravada, exhibicionismo y actos libidinosos en perjuicio de un menor de 5 años, quien resultó ser su propio ahijado.

Los abogados presentaron excusas médicas por las complicaciones de salud que aseguran, les impedía estar en la audiencia, donde debían presentar ante el juez, todas las pruebas con las que cuentan, ya sean testimoniales, periciales o documentales que pudieran corroborar su presunta inocencia.

CORPRENSASacerdote separado Arístides Rodríguez Otero, de 58 años, es acusado de abusar de un niño de 5 años.

También la fiscalía presentaría las pruebas que presuntamente vinculan al cura, quien se mantiene detenido desde abril de 2021, luego de que la madre del menor interpuso la denuncia, asegurando que el pequeño le reveló todo lo que le hacía el sacerdote.

De acuerdo a la investigación, la mujer tuvo sospechas cuando vio al niño tratando de besar al hermano, el pequeño contó que supuestamente así se lo hacía el sacerdote que ha sido separado de sus funciones.

La acusación indica que supuestamente el sacerdote manoseaba al niño y se lo llevaba a un río a tomarle fotos desnudo.

El Ministerio Público confirmó que la audiencia de acusación fue reprogramada para el 13 de septiembre del 2022.

El imputado que ejercía funciones de párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Los Ángeles de Gualaca, también era miembro del clero de la Diócesis de David que ya se pronunció separándolo del cargo mientras culmine el proceso.

“Es muy doloroso que un miembro del Clero esté presuntamente involucrado en tales hechos, absolutamente reprochables y ante los cuales expresemos nuestra Tolerancia Cero. Además, nos duele en lo más profundo del corazón y de nuestra sensibilidad pastoral, que la presunta víctima sea un menor de edad, de 5 años, uno de los que, según Jesús, es el Reino de los Cielos y a los que debemos proteger o más nos valdrá ser arrojados al fondo del mar con una piedra de molino atada al cuello (Cfr. Mt.18,6)”. dijo en su momento José Luis Lacunza, obispo de David.

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