Roberto Moreno Grajales deberá enfrentar la justicia este 18 de junio en un juicio oral ante un Tribunal en Derecho en la provincia de Chiriquí. El Ministerio Público solicitará imponer pena máxima de 30 años por el feminicidio de Diosila Martínez Villarreal.
Los familiares de la víctima han señalado que esperan que con esto termine el episodio de sufrimiento, en especial de las dos hijas de Diosila, una de las cuales aún pregunta por su madre.
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En una audiencia de acusación, un tribunal de garantías admitió a la fiscalía 21 pruebas testimoniales, 10 periciales, 11 documentales y 12 materiales. A la defensa, a cargo del abogado Jorge Micolta, se le aceptaron 14 pruebas testimoniales, 6 documentales y 8 periciales. Mientras que a la querrella, representada por Amílcar Fuentes, se le admitió una prueba testimonial.
En este juicio se espera presentar los hechos que buscan comprobar que fue el profesor Moreno Grajales la última persona con quien se vio a la víctima aquel 10 de noviembre del 2016.
Ese día Moreno fue a buscar a Diosila a su casa cerca de Los Centauros, en Bugaba, donde ella habitaba junto a sus hijas menores de edad, una de las cuales (la pequeñita de tres años) desapareció con su madre y luego fue hallada deambulando sola en horas de la noche por la vía Panamericana, a la altura de la comunidad de Santo Domingo.
Ambos docentes
Diosila y Roberto se conocían desde el Colegio Secundario de Puerto Armuelles, donde ella era profesora de Educación Física y él de Matemáticas. Mantenían una relación sentimental que era conocida.
El cuerpo de la víctima fue encontrado semienterrado con evidentes signos de tortura en una finca ubicada en el sector de Salitral de Cañazas, en el distrito de Renacimiento, propiedad de Deysi Grajales, madre del imputado. En su momento, ella también fue imputada como cómplice primaria, pero luego fue sobreseída.
El cuerpo de Diosila se halló unos 20 días después de su desaparición a un costado de unos cañaverales y estaba dentro de una fosa clandestina.
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La audiencia de acusación del caso se realizó el pasado mes de marzo, casi un año después de la extradicción de Roberto desde Costa Rica, a donde huyó y se mantuvo prófugo desde que se dieron los hechos, el 10 de noviembre del 2016.
Desde la concurrencia de los hechos, el profesor Moreno desapareció de la provincia y fue a través de una alerta elevada a Interpol que estamentos de seguridad de Costa Rica lo ubicaron en la comunidad de La Palma, en Puerto Jiménez, en el cantón de Golfito.
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El examen médico legal practicado al cuerpo de la docente reveló que perdió la vida debido a un golpe contundente en el rostro. Igualmente, se comprobó que el cuerpo presentaba evidencias de tortura.
