En el sórdido submundo de las casas de ocasión tipo “push”, la tragedia de José “Kike” García Guzmán tomó forma. Lo citaron, lo atraparon y se lo tragó la tierra.
Panamá entera pide respuestas. Y es que la entrega voluntaria de Yave Castañeda buscado por este escalofriante caso, abre una puerta que quizás nos acerque a la verdad... o a algo peor.
Este sujeto fue supuestamente pieza clave en el rompecabezas criminal. Fue aprehendido tras su entrega “voluntaria”, coordinada entre la Policía Nacional y la Unidad Especializada en Personas Desaparecidas del Ministerio Público. Se le vincula por privación de libertad, robo agravado y asociación ilícita.

La investigación, que inició el 13 de mayo, revela que supuestamente “Bebesona”, una mujer cuya belleza escondía una intención venenosa, contactó a José y lo convenció de ir al “push” ubicado en la vía Transístmica, San Miguelito. Allí, la emboscada fue inmediata.
El 8 de mayo, a las 4:30 p.m., José salió de su trabajo —una distribuidora cárnica en Villa Grecia— rumbo a su casa en Chame. A las 5:00 p.m. tuvo su última videollamada con su esposa, y luego… la nada. Ni el sonido del motor de su carro azul, placa DC3758. Ni una llamada. Ni un mensaje. Ni una pista.
El plan era sacarlo del “push”, montarlo en su auto y llevarlo a Pacora, donde se desvaneció sin dejar rastro. Desde entonces, ni él ni su carro han vuelto a aparecer.
La captura de Yave no ha sido el único golpe. En allanamientos en Pacora y Las Mañanitas se decomisaron celulares y evidencia técnica que podría ser clave. Ya hay cuatro personas bajo detención provisional, entre ellas “Bebesona”, quien habría sido supuestamente la carnada perfecta de esta operación criminal.

Pero aún falta Kevin Alberto Rodríguez, señalado como otro de los presuntos involucrados. Está prófugo y la Policía lo busca con urgencia. Las autoridades piden a la ciudadanía colaborar con cualquier dato al 520-1335 o 524-2518. Toda información será confidencial.

Mientras tanto, la familia de José vive entre la angustia y la impotencia. Su esposa,… todos preguntan lo mismo: ¿Dónde está José? ¿Qué le hicieron? ¿Está vivo?
Este caso, que ya tiene tintes de secuestro criminal y desaparición forzada, se vuelve más espeluznante con cada hallazgo. Y aún queda mucho por destapar.
