Han pasado ya seis días desde que el joven Boris Yaseth Guerra Rowe, de 27 años, desapareció en el distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro. Lo último que se supo de él fue la noche del 23 de septiembre de 2025, cuando testigos aseguran que fue golpeado y llevado a la fuerza por desconocidos desde la parte frontal de la casa de un familiar en la comunidad de Finca 4.
La Procuraduría General de la Nación, a través de la Sección de Atención Primaria de la Fiscalía Regional de Bocas del Toro, abrió una investigación formal para dar con su paradero. La denuncia mantiene en alerta a las autoridades y a los residentes de la zona, quienes ven con preocupación que todavía no haya pistas claras sobre el joven.
El rastro perdido
De acuerdo con la información recopilada por los fiscales, varios sujetos lo subieron a un auto después de golpearlo y desde entonces no se sabe nada de él. El hecho encendió las alarmas porque ocurrió a plena vista de vecinos, lo que aumenta el misterio sobre cómo logró desaparecer sin dejar rastro en medio de una comunidad vigilante.
Su descripción física ha sido difundida ampliamente: mediana estatura, contextura gruesa, piel trigueña, cabello corto de color chocolate oscuro, cejas pobladas y ojos redondos del mismo color. Como señas particulares, mantiene un tatuaje en el pecho con una carita y en la espalda, del lado derecho, una frase en inglés.
La angustia de la familia y el llamado de las autoridades
La incertidumbre golpea fuerte a sus familiares, que claman por ayuda para encontrarlo. Mientras tanto, la Fiscalía reitera el llamado a la ciudadanía para que aporte cualquier información que permita dar con el joven.
Quienes tengan algún dato pueden comunicarse a los teléfonos 750-0443 o 750-0411 de la Fiscalía en Bocas del Toro, o acudir directamente a cualquier dependencia de la Policía Nacional.
Un caso que preocupa en la comunidad
La desaparición de Boris se suma a la lista de episodios que inquietan a los moradores de Changuinola, donde muchos aseguran que la inseguridad ha ido en aumento. Aunque las autoridades trabajan en la investigación, hasta ahora no hay mayores pistas sobre quiénes estarían detrás del hecho ni el motivo de la agresión.
Por ahora, lo único confirmado es que han transcurrido seis días sin que su familia tenga noticias, y cada hora que pasa la preocupación aumenta.


