La violencia infantil es una realidad mundial que no se consigue erradicar y Panamá no escapa de ella.
Tan solo el domingo, un menor de dos años falleció tras recibir presuntamente golpes por parte de su propio padre en el sector de El Lago, corregimiento de Tocumen.
Se conoció que el infante ingresó a la sala de urgencias del Hospital Irma de Lourdes Tzanentatos con varios moretones en su cuerpo, pero lamentablemente los médicos no le pudieron salvar la vida.
Aparentemente los golpes ocasionaron una hemorragia interna causando su muerte, por lo que el Ministerio Público (MP) realiza las investigaciones.
Este trágico caso se suma al hecho ocurrido la tarde del sábado, cuando un niño de cuatro años muere tras resultar herido durante una balacera que se registró en Samaria, distrito de San Miguelito.
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El pequeño no resistió la operación de urgencia a la que fue sometido debido a la gravedad de las heridas que presentaba en su anatomía.
Al parecer el menor habría quedado en medio del intercambio de disparos.



