Las calles del corregimiento de Tocumen, en el sector 10 de Belén, fueron escenario de un nuevo homicidio la madrugada de este viernes, cuando Jonathan Alberto Bonilla Kirven, alias “Matanga”, de 33 años, fue ejecutado a balazos en un ataque que dejó 31 evidencias balísticas esparcidas en la escena del crimen.
El reloj marcaba las 12:05 am cuando una ráfaga de disparos se estremeció a los residentes cerca de la abarrotería Zhi Hao. Al llegar las unidades policiales, encontraron el cuerpo de Matanga tendido en el suelo, vistiendo un suéter amarillo, pantalón corto azul y zapatillas negras, ya sin signos vitales. Testigos aseguran que los sicarios se dieron a la fuga sin dejar rastro, y aunque la policía desplegó un operativo en la zona, no hubo capturas.
El área fue acordonada y minutos después llegaron unidades de la Fiscalía de Homicidios, la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) y Criminalística, quienes iniciaron la recolección de evidencias. La escena del crimen reveló un claro patrón de ejecución al estilo sicariato, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas o una vendetta criminal.
Este crimen se suma a la ola de homicidios que azota el país en marzo, elevando a nueve el número de asesinatos reportados en lo que va del mes. Las autoridades investigan si la ejecución de Matanga está vinculada a bandas criminales que operan en la zona. Mientras tanto, los residentes de Tocumen viven en zozobra, atrapados en un escenario de violencia que parece no tener fin.