Cuando uno cree que ha escuchado cosas aberrantes contra la integridad física o íntima de un menor de edad, surge un caso peor, lo que lleva a la reflexión de qué está pasando en nuestra sociedad, qué herramientas brindamos a niñas y niños para su autocuidado y qué sanciones caben para quienes atentan contra la vida misma de una persona que por su corta edad es incapaz de protegerse por cuenta propia.
Uno de los más recientes episodios de abusos a niños se conoció la tarde de este martes 14 de febrero cuando un hombre de 23 años de edad y residente en el área este de la ciudad capital fue llevado a audiencia de garantías luego de su aprehensión por una denuncia por violación agravada y corrupción agravada en perjuicio de sus dos sobrinas menores de edad.
En el acto, la jueza de garantías del Primer Circuito Judicial, Yazmín Jaén, ordenó la detención provisional de este hombre, tomando en cuenta la naturaleza del hecho, el peligro de fuga del procesado y la posibilidad de afectar medios de prueba. Ni hablar del peligro que representa para la comunidad y contra las víctimas.
El hombre de 23 años fue llevado a audiencia de garantías este martes, donde fue imputado.Jaén también legalizó la aprehensión y dio por formulada la imputación de cargos pedida por la fiscal Dayan Chirú.
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Este caso se dio a conocer cuando en un equipo electrónico del procesado se encontraron imágenes y videos que grabó de las aberraciones a las que sometió a las víctimas (una niña y la otra adolescente) mientras las tenía a su cuidado por la confianza que había en base al vínculo familiar que tiene con ambas.
Fue la pareja sentimental del imputado la que descubrió de manera fortuita el contenido del material en el aparato electrónico y lo puso en conocimiento. De otra manera, el abuso hubiera seguido sin ser detectado.
El caso se mantiene en investigación, pero es necesario que los padres de familia asuman conciencia de que estos casos de abusos contra niños se están dando con demasiada frecuencia, que la mayoría de veces son personas cercanas (familiares, amigos, vecinos) y que hay que mantener una comunicación casi diaria con los niños sobre sus actividades.
