La ópera es una forma de teatro musical que combina canto, música instrumental, actuación y a menudo danza, para contar historias. Las obras de ópera se basan en un libreto, un texto literario que contiene los diálogos y letras de las canciones. Estos libretos suelen estar escritos en verso y son fundamentales para la narrativa de la obra.
La ópera nació a finales del siglo XVI en Italia, durante el Renacimiento, cuando se buscaba recuperar las tradiciones teatrales de la Antigua Grecia. La primera ópera conocida es Dafne (1598) de Jacopo Peri. A lo largo de los siglos, la ópera se convirtió en una de las expresiones artísticas más complejas y prestigiosas.
Elementos de la ópera:
1. Libretti: Textos literarios en los que se basa la obra.
2. Aria: Canción solista que expresa emociones intensas.
3. Recitativo: Parte cantada que avanza en la narración.
4. Coros: Voces que representan a grupos de personajes o pueblos.
5. Orquesta: Música instrumental que acompaña a los cantantes.
6. Escenografía y vestuario: Crean el ambiente y contexto visual.
Importancia de la lectura en la ópera
La ópera es un ejemplo perfecto de cómo la lectura no solo se limita a los libros. Los libretos son esenciales para entender la trama, y los cantantes deben estudiarlos a fondo para interpretarlos correctamente. Además, la ópera fomenta la lectura de otras áreas como la poesía, la historia y la cultura.
Ejemplos de óperas famosas
La Traviata – Giuseppe Verdi
Carmen – Georges Bizet
El Barbero de Sevilla – Gioachino Rossini
La flauta mágica – Wolfgang Amadeus Mozart

La flauta mágica
La venganza del infierno hierve en mi corazón,
Muerte y desesperación arden a mi alrededor.
Si tú no causas a Sarastro
Dolores de muerte,
¡Ya no serás mi hija jamás!
¡Sea repudiada para siempre,
Abandonada para siempre,
Despedazada para siempre
Toda relación natural!
¡Si tú no haces que Sarastro palidezca!
¡Escuchad, dioses de la venganza, escuchad el juramento de una madre!
Explicación
Esta aria se llama “Der Hölle Rache” (en español: “La venganza del infierno hierve en mi corazón”) y es uno de los momentos más dramáticos y exigentes de la ópera La Flauta Mágica, compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart. Aparece en el segundo acto y es interpretada por la Reina de la Noche, quien está furiosa y desesperada.
En esta escena, la Reina exige a su hija Pamina que asesine a Sarastro, el noble y sabio líder del templo, bajo amenaza de desheredarla y romper su relación materna si no lo hace. La música refleja la intensidad emocional de la Reina, con rápidos y altos pasajes vocales, saltos enormes de tono y una carga dramática impresionante.

Wolfgang Amadeus Mozart
Fue un compositor y pianista austriaco, considerado uno de los más grandes genios musicales de todos los tiempos. Nació en Salzburgo, Austria, el 27 de enero de 1756, hijo de Leopold Mozart, músico de la corte. Desde niño mostró un talento prodigioso y, junto con su hermana Nannerl, realizó giras por Europa como niño prodigio.
Mozart compuso más de 600 obras, incluyendo sinfonías, conciertos, óperas y música de cámara, que abarcan prácticamente todos los géneros musicales de su tiempo. Entre sus obras más conocidas se encuentran La flauta mágica, Don Giovanni, Las bodas de Fígaro y Requiem. Su música destaca por su perfección formal, belleza melódica y riqueza armónica.
A pesar de su genio, Mozart tuvo problemas económicos y murió en Viena el 5 de diciembre de 1791 a la edad de 35 años, dejando inacabado su Requiem. Su legado sigue influyendo en la música clásica y en la cultura occidental hasta el día de hoy.


