La temida variante Delta de la covid-19 ya se encuentra rondando al país, ya que su ingreso ha sido confirmado tanto en nuestros vecinos países de Colombia y Costa Rica, por lo que su llegada parece inminente, por lo que se han acelerado las jornadas de vacunación por barrido en Panamá.
Así lo confirmó el ministro de Salud Luis Francisco Sucre y lo han reiterado este miércoles, 28 de julio, el doctor Leonardo Labrador, jefe de epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) y el secretario general de la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt) y asesor del Consorcio de Investigación de vacunas, Eduardo Ortega, en TVN y en Mesa de Periodistas.
De acuerdo a Labrador, la idea es llegar a una vacunación masiva antes de que la variante Delta ingrese a nivel comunitario.
Lo importante, explica, es que la población mantenga sus medidas de bioseguridad, sobre todo el uso de la mascarilla en todo momento y el uso de caretas o pantalla facial en los transportes públicos o donde no se pueda mantener distancia, ya que no se descarta que en cualquier momento pueda ingresar esa temida variante al país.
Para Labrador “lo ideal sería cubrir con vacunas cerca del 90 % de la población para lograr una inmunidad de rebaño fuerte, y esto es lo que se está buscando”.
Sin embargo, Ortega advirtió que hay un 15% aún renuente de vacunarse, lo que daría al traste con la ilusión de todo un país de salir adelante de esta pandemia con todo su arrastre económico y de salud.
Dijo que el acercamiento de la variante Delta es simplemente “de terror” y explicó por qué.
“Nos aterroriza por varias razones, tiene el 100% más habilidad para trasmitirse que la variante original... y se multiplica con más habilidad, tiene una carga viral más alta y logra de alguna manera, evadir la respuesta inmune en particular de aquellas personas que se han recuperado de las variantes previas y de la primera dosis de las vacunas que estamos utilizando. De allí la importancia de acelerar la vacunación y retrasar la transmisión de esta variante. Va a llegar y por eso tenemos que vacunar al mayor número posible de personas”, explicó Ortega.
Enfatizó que “las dos dosis de las vacunas evitan la infección en un 90%, pero que hay un 10% de la población que se infectará aun teniendo ambas dosis. Estamos hablando de efectividad, no de eficacia. La eficacia es más alta”, dijo.
Sostuvo que la vacuna también disminuye la multiplicación del virus, hay una disminución de la transmisión en un 40%, 50%. Además, aquella persona vacuna que se infecta tiene una mejor evolución.
De hecho, el 95% de los hospitalizados en Panamá son no vacunados.
El virus va a encontrar a las personas no vacunadas. El 99% de las personas en Estados Unidos que se enferman y fallecen son no vacunados.
Adelantó que el plan de las autoridades de salud es que en las próximas 13 semanas, cómo promedio, se tendrá contemplado vacunar a 284 mil panameños por semana, lo que significa que para la última semana de octubre se aplicarían 3.7 millones de dosis de vacunas, y se llegaría a 6 millones de dosis de vacunas durante esta última semana.
”Esto nos pone en el famoso 70% de la población que aspirábamos tener para la inmunidad de rebaño, pero, esto era con la anterior variante, hoy si la variante Delta entra al país, vamos a tener que vacunar a más panameños, tenemos que vacunar el 80% o más y 15% de la población no se ha vacunado...
Si este 15%, es decir, unas 600 mil personas no vacunados se mantiene, se tendrá brote de coronavirus en Panamá, no se podrá reactivar la economía, ni tampoco se podrá tener consistentemente las escuelas abiertas, las terapias intensivas estarán ocupadas, vamos a tener personas muriéndose y no verán a Panamá como un atractivo turístico”, pronosticó el asesor del Consorcio de Investigación de vacunas.
También compartió en el programa radial que en Panamá el 10% de la población ya se infectó. Este 10% representa a 430 mil panameños infectados, inmunes, pero el asunto, explica Ortega, es que se desconoce qué tiempo durará esta inmunidad, posiblemente, en un rango de 10 a 12 meses y la variante Delta se ha mostrado fuerte contra los recuperados. Por ello, todo recuperado debe ponerse al menos una dosis de la vacuna.
Para la tercera semana de septiembre se ampliará la vacunación con barridos abiertos desde niños de 12 años para arriba, independientemente si tienen o no enfermedades crónicas. De allí en adelante la vacunación sería mucho más amplia.
“La llegada de la variante Delta es inminente. Para controlarla se necesitan no solo dos dosis, sino dos semanas después de la segunda dosis. Tanto la vacuna Pfizer como Astrazeneca es efectiva contra la variante Delta en un 33%, 34% con una dosis. Cuando llegas a la segunda dosis la efectividad asciende arriba del 90%”. aseguró el doctor Ortega.
