Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania ha revelado que el consumo diario de ciruelas pasas puede ofrecer múltiples beneficios a las mujeres que han entrado en la menopausia, especialmente en lo que respecta a la salud ósea e intestinal. La investigación, que incluyó a 235 mujeres posmenopáusicas, mostró que aquellas que consumieron entre 50 y 100 gramos diarios de ciruelas pasas (equivalente a 4-12 ciruelas) mantuvieron su densidad y resistencia ósea, mientras que el grupo de control, que no consumió este alimento, experimentó una disminución en estas métricas.
Beneficios para la salud ósea
Los resultados sugieren que las ciruelas pasas ralentizan la pérdida ósea relacionada con la edad y reducen el riesgo de fracturas. Según Mary Jane De Souza, profesora de kinesiología, “las dosis de 4 a 6 ciruelas pasas al día pueden ser las más viables” para combatir la osteoporosis. Además, se observó una reducción en los marcadores inflamatorios asociados con la pérdida ósea, lo cual es significativo dado que la inflamación crónica puede agravar este problema.
Mejora de la microbiota intestinal
Además de sus beneficios óseos, el consumo de ciruelas pasas también mejora la salud intestinal. Un estudio publicado en ‘Food & Function’ encontró que las ciruelas pasas enriquecen la microbiota intestinal, específicamente aumentando las bacterias beneficiosas de la familia Lachnospiraceae, lo que ayuda a reducir marcadores inflamatorios y a mantener la integridad de la barrera intestinal. Esto es crucial para prevenir problemas digestivos comunes durante y después de la menopausia.
Reducción del riesgo de diabetes tipo 2
Otro hallazgo relevante es que el consumo regular de ciruelas pasas puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en hasta un 60.8%, a pesar de su contenido relativamente alto en azúcares. Esto se debe a su riqueza en fibra y flavonoides, que mejoran la sensibilidad a la insulina.En resumen, incluir ciruelas pasas en la dieta diaria puede ser una estrategia efectiva para mejorar tanto la salud ósea como intestinal en mujeres posmenopáusicas, además de contribuir a reducir el riesgo de diabetes tipo 2.