Según los expertos del Weill Cornell Medicine de Nueva York, un simple cambio en el orden de los alimentos en el desayuno puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre y prevenir la diabetes tipo 2. La clave es comenzar las comidas con verduras sin almidón antes que los carbohidratos. Esto tiene varios beneficios.
Primeramente, la fibra de las verduras actúa como una barrera natural que disminuye la velocidad de absorción del azúcar en el intestino, lo que resulta en una menor demanda de insulina por parte del páncreas. Esto ayuda a mantener los niveles de glucosa bajo control, tanto en personas con prediabetes o diabetes como en aquellas con niveles normales de azúcar.
Empezar con verduras en lugar de carbohidratos conduce a un mayor consumo de estos alimentos ricos en nutrientes, lo que satisface mejor las necesidades vitamínicas y de fibra del cuerpo. La fibra es un elemento esencial que a menudo falta en la dieta moderna.
Esta práctica también tiene el potencial de suprimir las hormonas que provocan el hambre, lo que facilita un mejor manejo de los niveles de azúcar.
En resumen, reorganizar el orden de los alimentos en las comidas, comenzando por verduras sin almidón, puede ser una estrategia efectiva para controlar los niveles de glucosa en sangre y prevenir la diabetes tipo 2.


