La menopausia es un proceso fisiológico en el que la mujer pierde la capacidad reproductiva debido a la disminución de hormonas sexuales. Si bien síntomas como sofocos, sequedad vaginal y pérdida de masa ósea son comunes, las creencias sociales sobre este período superan las manifestaciones corporales reales.
La creencia generalizada dice que las hormonas sexuales son la causa de la libido baja, como si esta fuera un problema biológico y propio de la mujer, desligando a la pareja de este síntoma de este síntoma. Los estudios demuestran que la libido puede disminuir o, por el contrario, muchas mujeres, liberadas de la fertilidad, sienten más deseo de tener relaciones sexuales. La sequedad vaginal tampoco es un síntoma universal.
Las parejas a menudo asumen que la menopausia conlleva una inevitable declinación de la función sexual, cuando en realidad la sexualidad es dinámica y puede adaptarse a esta etapa. La comunicación abierta, la experimentación y la flexibilidad son clave para mantener una vida sexual satisfactoria.
Las parejas en esta etapa deben abrirse a la comunicación, a salir de lo conocido, a experimentar otras formas de acceder al placer, a darse el tiempo para estar juntos en síntesis: en la menopausia cesa la fertilidad, no la capacidad para disfrutar y sentir placer.
Tanto hombres como mujeres tienden a ver la menopausia como un problema individual que requiere tratamiento médico, cuando en realidad es una oportunidad para repensar la relación y buscar nuevas formas de intimidad y placer.