Tammy Fox viajaba en su auto por una calle bordeada de árboles a casi 100 kilómetros por hora hasta que decidió frenar. En ese momento se dio cuenta de que los frenos no respondían, chocó contra varios vehículos y terminó impactando fatalmente contra un árbol.
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La mujer de Scranton, Pensilvania falleció y a partir de allí se inició una investigación que terminó inculpando a su novio, John William Jenkins, ahora está preso y acusado de homicidio.
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Un testigo del choque, dijo que las luces traseras de 'alto' del auto se habían encendido varias veces, lo que derivó en una inspección sobre el Hyundai, donde se determinó que los cables del freno habían sido cortados intencionalmente.
Horas más tarde, Jenkins reconoció frente a las autoridades haber sido él quien la noche anterior cortó los cables. Lo que asombró a todos fue que declaró que no buscaba matarla, sino que necesitaba tubos de metal para poder fumar crack.
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Pero hay un mensaje que la víctima le envió a su hermana, compromete la versión que dio el acusado. En el texto se puede leer:
Necesito salir de esta casa. Odio su violencia… su desagradable boca. Juro que me siento atrapada', reveló la hoy occisa.
Testigos aseguran que vieron las luces del freno encenderse, pero el auto nunca se detuvo. 
