Esta semana se dio a conocer la historia de una niña argentina de 12 años que fue violada por un vecino y quedó embarazada en la provincia de Jujuy.
Si bien su familia solicitó que se le realizara un aborto -contemplado por la ley-, se resolvió llevar a cabo una cesárea este viernes.
De momento tanto la menor como el bebé se encuentran estables aunque habrá que ver como evolucionan los próximos días.
El caso se inscribe dentro de lo que la legislación del país considera como 'aborto no punible', vigente desde el año 1921. Es decir, que en su situación era legal llevar a cabo una interrupción del embarazo. En ese sentido el gobernador Gerardo Morales sostuvo que se aplicaría la ley y se garantizaría el derecho al aborto. Sin embargo, con el argumento de que podía ser peligroso para la joven embarazada, en su lugar se practicó la cesárea.
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Al respecto el ministro de Salud jujeño, Gustavo Bouhid, argumentó que debido al avanzado estado del embarazo (24 semanas) no se podía tomar otra medida, sin embargo, también dijo que buscaban que el feto sobreviva lo que, en los hechos, implicó un parto forzado.
Si bien la menor llevaba casí seis meses de embarazo y el paso del tiempo ponía en peligro su vida, los médicos del Hospital Guillermo Paterson –donde se encontraba internada inicialmente– se negaron a practicar la intervención.
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A esto se sumó la diputada nacional por la Unión Cívica Radical (UCR), Gabriela Burgos, que responde políticamente al gobernador Morales. La legisladora se hizo presente en la puerta del establecimiento médico para apoyar la decisión de las autoridades hospitalarias.
Finalmente, tras varias idas y vueltas, la niña fue trasladada al Hospital Materno Infantil en San Salvador, la capital provincial, donde este viernes se le realizó la operación.