Fue rápido de pies y manos, y también con la boca, un campeón del peso completo que prometió sorprender al mundo, y así lo hizo.
Más que todo emocionó, incluso después, cuando pagó cara la acumulación de golpes y su voz era apenas un susurro.
Fue Muhammad Ali. Fue El Más Grande. Ali falleció el viernes a los 74 años, informó su familia. Fue hospitalizado en el área de Phoenix con problemas respiratorios al inicio de la semana y sus hijos viajaron desde varios puntos de Estados Unidos para estar con él.
'Es un día triste para la vida, hombre. Amaba a Muhammad Ali, era mi amigo. Ali nunca morirá', declaró a The Associated Press el sábado por la madrugada Don King, quien promocionó algunas de las más grandes peleas de Ali. 'Como Martin Luther King, su espíritu vivirá por siempre'.
El funeral será el viernes en su ciudad natal de Louisville, Kentucky, y será abierto al público con homenajes de Bill Clinton, Billy Crystal y Bryan Gumbel.
SU CORAZÓN SIGUIÓ LATIENDO
Una de las hijas de Ali describió los últimos momentos de vida de Ali en una publicación en Instagram. Dijo que su corazón siguió latiendo durante unos 30 minutos después que todos sus otros órganos habían dejado de funcionar.
Hana Ali indicó que la familia estaba alrededor de su padre, abrazándolo y besándolo, agarrándole las manos y entonando una oración musulmana, mientras su corazón seguía latiendo. 'Nadie había visto algo así. Un verdadero ejemplo de la fuerza de su espíritu y voluntad', escribió.
'Conmocionó al mundo, y el mundo es mejor por eso. Descansa en paz, Campeón', escribió el presidente estadounidense Barack Obama.
Texto: AP
Fotos: Agencias


