Hace tres años la firma del receptor santeño Miguel Amaya causó bulla pues el bono por un millón 200 mil dólares que le dieron los Cachorros de Chicago es el más alto jamás recibido por un pelotero panameño.
Tomando en cuenta esa cantidad de dinero es imposible que el nombre de Amaya pase desapercibido y las expectativas de lo que haga en el terreno siempre serán altas. Afortunadamente su desarrollo está avanzando a buen ritmo y así lo reafirma la actuación que está teniendo esta campaña con el South Bend Cubs, filial Clase A Media de Chicago.
Amaya, de 19 años, tiene hasta hoy promedio de .278 con 11 jonrones y 41 carreras empujadas en 76 partidos jugados. Sus números le valieron para ser seleccionado al Juego de Estrellas de la Midwest League y además los Cachorros lo nombraron para estar en el Juego de Futuras Estrellas que se realizará el 15 de julio en Washington.
Desde niño, a Amaya se le ha considerado como un tremendo catcher defensivo. Sin embargo, lo hecho esta campaña con el madero es sin duda lo más llamativo.
'Creo que la clave es que he podido separar la ofensiva de la defensiva', comentó Amaya. 'Los entrenadores me han pedido que me enfocara en tener más turnos de calidad, que no me enfocara en resultados. Solo en hacerle swing a buenos pitcheos y es lo que he estado haciendo desde el principio', agregó.
UNA GRATA EXPERIENCIA
Recientemente, la estrella japonesa Yu Darvish cumplió una salida de rehabilitación de su lesión con el South Bend y fue Amaya el designado para hacer batería con él.
'Catchearle a Darvish fue asombroso. Cuando me dijeron que trabajaría con él me quedé en shock. Dije, ‘si voy trabajar con un grandes ligas, debo lucir como un grandes ligas para que se sintiera bien’. Gracias a Dios nos comunicamos bien, hablamos sobre sus pitcheos y los que utilizaría esa noche. Aprendí bastante', indicó Amaya sobre esa experiencia.
Si todo sigue como hasta ahora, es casi seguro que Amaya termine jugando en una liga de nivel superior. Pero como son cosas del negocio que él no controla, el jugador solo pide a Dios salud para hacer un buen trabajo.
'Me siento bien y seguiré haciendo mi trabajo y (que me envíen) donde el destino decida', recalcó.
Texto: Aurelio Ortiz G.
Foto. Cortesía/South Bend Cubs