Harry Kane aplaude a un estadio que lo ovaciona de pie. El mítico estadio de Wembley le rinde pleitesía ante su segundo hat-trick consecutivo, justo en la última semana del año.
Los hinchas del Tottenham Hotspur son los únicos que no lucen tan asombrados con la noticia. Porque saben de lo que es capaz.
El delantero de 24 años -sangre irlandesa por parte de su padre Patrick e inglesa por parte de su madre Kim- acaba de llegar a los 56 goles en 53 partidos en los doce meses de 2017. Así, justo en el tradicional Boxing Day del fútbol inglés, consigue lo que parecía imposible: superar a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo en el territorio de los récords.
Corresponde aclararlo: el logro no otorga ningún premio específico, material. El Botín de Oro al máximo goleador anual se entrega por temporada.
De todos modos, el año de 'Hurry-Kane' es la demostración de un detalle que excede a cualquier premio o nominación: el muchacho nacido en el distrito londinense de Walthamstow ya pertenece a la élite. Fue el goleador de la Premier League en las últimas dos temporadas. Ahora, lidera esa misma tabla, con 18 tantos disputadas 20 fechas.
No fue el único récord que consiguió Kane. También superó la cifra de Alan Shearer como máximo goleador en la Premier League un año calendario: había convertido 36 goles y ostentaba ese logro desde 1995. Kane acumuló 37. En Twitter, aquel atacante de la marca ahora vencida lo felicitó. 'Magnífico', lo definió a su vencedor.
Kane vivió su infancia a unas 15 cuadras del estadio de White Hart Lane, la histórica casa del Tottenham Hotspur. Lo contó varias veces: siempre fue hincha de los Spurs. Admiraba a Teddy Sheringham. Y se imaginaba gritando goles en la cancha de su vecindario como él. Lo logró. Lo superó.
Todos le reconocen su condición de 'profesional 100%'. Nunca un exceso.
Esta temporada, por ejemplo, se contrató un chef personal para no descuidar su nutrición.
Los diarios ingleses nunca consiguieron con él una portada que no tuviera que ver con lo deportivo.
El año pasado se casó con Katie Goodland, una compañera de la escuela, de sus tiempos de la niñez. En enero de este año nació Ivy Jane, su primera hija. Fue la única vez que abandonó la concentración del equipo en la temporada.
Kane es fanático del fútbol americano. Sigue con regularidad los partidos de la NFL. Y a sus dos perros labradores los llamó como a dos figuras de ese deporte que nunca jugó: Brady (por Tom) and Wilson (por Russell), sus mariscales de campo favoritos. También disfruta de jugar al golf.
Pero sobre todas las cosas, Kane es la gran figura del fútbol inglés. Justo en la antesala de Rusia 2018, él representa las esperanzas de gloria para Los Inventores. Desde el Mundial de Italia 1990 que el seleccionado inglés no accede a las semifinales. Kane nació tres años después. Todo aquello de Paul Gascoigne y compañía lo vio por Youtube.
Tendrá como socio -o como competidor- a una de sus contracaras: Jamie Vardy, el goleador del increíble Leicester que salió campeón de la Premier League en 2016. A los 23 años, jugaba en la séptima categoría, lo expulsaban seguido y la noche lo tenía de rehén. Juntos, piensan muchos ingleses, pueden ser dinamita.
Kane y la selección de Inglaterra enfrentarán a Panamá el 18 de junio en el estadio de Nizhni Nóvgorod.
Redacción Web | Mi Diario