El púgil inglés Tyson Fury, consumidor de cocaína confeso, renunció a sus títulos mundiales de los pesos pesados y fue despojado de su licencia, aportando su nombre a las historias trágicas de este deporte.
Fury, de 28 años, de una familia de púgiles -su padre era apodado el 'Rey gitano' y participó en peleas ilegales a manos desnudas, fue despojado este jueves de su licencia mientras se investigan cuestiones 'médicas y de antidopaje', anunció la organización competente.
La decisión de la Junta de control del boxeo británico (BBBC, en inglés) se produce unas horas después de que Fury renunciara voluntariamente a sus títulos OMB y AMB para concentrarse en el tratamiento médico de una depresión que le llevó a consumir drogas, aseguró.
'Gané los títulos en el ring y creo que deben perderse en el ring, pero no soy capaz de defenderlos en estos momentos y he tomado la difícil y emotiva decisión de dejarlos vacantes', dijo el púgil de 28 años en un comunicado difundido por su promotora, Hennessy Sports.
'Entro en un nuevo desafío de mi vida en el que sé que, como ante (Vladimir) Klitschko, venceré', añadió Fury, aludiendo a su inesperada victoria ante el ucraniano que le dio, en noviembre de 2015, los dos títulos a los que ahora renuncia.
ADICTO CONFESO
'He hecho muchas cosas en mi vida. He tomado mucha cocaína. Mucha', admitió. '¿Por qué no tomar cocaína? Es mi vida ¿no? Hago lo que quiero. Sí, he tomado. Mucha gente toma'.
'No me entreno más. Estoy deprimido, estoy harto de la vida (...) La cocaína, es algo pequeño en comparación con el hecho de no querer vivir', añadió.'Estoy en las últimas. No puedo soportarlo más. Estoy en el hospital en este momento. Veo a psiquiatras. Dicen que soy bipolar. Soy maniaco-depresivo', contó.
En manos de Fury está ahora sobrevivir a su crisis personal, como hizo el estadounidense Mike Tyson, o estrellarse definitivamente, como les ocurrió a campeones como Sonny Liston, Carlos Monzón, Hector Camacho y tantos otros.
Sonny Liston murió alcoholizado a los 38 años en Las Vegas, condenado a cargar toda su corta vida con el sambenito de matón y malo en su rivalidad con Muhammad Ali, pero Tyson asomó la cabeza finalmente de su paso por la cárcel y de la ruina.
Texto: AFP
Foto: EFE