Al menos 74 personas han muerto y 187 han resultado heridas en los graves incendios que arrasan desde este lunes la costa al nordeste de Atenas, Grecia, según el último balance de los bomberos, aunque las autoridades no excluyen que la cifra todavía vaya en aumento, ya que todavía hay decenas de viviendas incendiadas a las que no han podido acceder por las elevadas temperaturas que reinan en su interior y numerosas llamadas de personas que avisan de familiares desaparecidos.
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Pese a la falta de precisión en la cifra de desparecidos, el balance de víctimas ya supera al registrado en los incendios que arrasaron el Peloponeso en agosto de 2007, en los que murieron 70 personas, y que eran los más dañinos en la historia reciente de Grecia. El cuerpo de bomberos solo ha precisado que 23 de los heridos son niños, sin que haya indicado cuántos de los heridos se encuentran graves.
El fuego se inició en Mati, una localidad costera a poco más de 30 kilómetros al nordeste de Atenas y se extendió por la zona avivado por los fuertes vientos y el calor. De hecho, aunque las tareas de extinción se han prolongado durante toda la madrugada del lunes al martes, se han visto dificultadas por las ráfagas de viento, que han llegado a alcanzar más de cien kilómetros por hora y fuerza siete en la escala de Beaufort.
Mediada la tarde del martes, los bomberos han dado por controlado el fuego, aunque la sequedad de la vegetación y el aire hacen temer que se reavive. La zona continúa cubierta de un espeso humo grisáceo y el olor de los edificios y árboles carbonizados es perceptible por doquier.
Atrapados por las llamas
Todas las víctimas han sido halladas en el área comprendida entre el puerto de Rafina, la localidad más afectada, y Nea Makri, situada unos diez kilómetros más al norte. La mayoría perecieron en sus casas o en sus vehículos, que se convirtieron en pasto de las llamas ante la rápida propagación del fuego.
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Solo podía ver humo, chispazos y coches circulando sin sentido', cuenta a Reuters en el hospital Evangelismos de Atenas Vassiliki Pseveduru, una superviviente de la localidad de Neos Vutzas. Ella logró huir a pie pese a su cojera de nacimiento, mientras su primo, también hospitalizado en el centro, sufría heridas por todo el cuerpo al tratar de proteger de las llamaradas a su mujer, en silla de ruedas: 'Los zapatos se fundían del calor, el suelo ardía. Él trataba de abrazarla, de protegerla de las llamas, y se quemó las piernas, las manos y la cara'.
Un grupo de 26 personas que han sido hallados muertos en la cima de un acantilado en la pequeña localidad de Mati, abrazados unos a otros al encontrarse atrapados:
Instintivamente, al ver que se acercaba el final, se abrazaron', ha relatado el responsable de la Cruz Roja en Grecia, Nikos Economopulos, en declaraciones a Skai TV.
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Otras, en cambio, perecieron ahogadas mientras intentaban huir del fuego echándose al mar, que fue la vía elegida por muchos para intentar escapar:
Nos echamos al mar porque las llamas nos estaban rodeando mientras nos aproximábamos al agua. Nos quemaron la espalda y nos sumergimos en el agua', relata a Reuters Kostas Laganos, uno de los supervivientes.
