Las iraníes van a poder entrar este miércoles en el estadio Azadí de Teherán junto a los hombres para ver el partido entre Irán y España sobre una pantalla gigante. Aunque la noticia ha alegrado sin duda a las aficionadas, se trata de un mero gesto ya que el duelo no se celebrará en directo sobre el césped, que es lo que las mujeres tienen vetado presenciar en Irán. La decisión coincide con la campaña de las activistas iraníes en el Mundial de Rusia reclamando el derecho a asistir a los encuentros entre equipos masculinos.
'El estadio se abrirá a partir de las seis y media de la tarde a las familias para ver a las selecciones de Irán y España', ha anunciado el director del complejo deportivo Azadí, Naser Mahmudifard, en una entrevista con la agencia ISNA.
Ese 'a las familias', dejado caer como de paso, era lo más importante de su anuncio. Significa que las mujeres podrán entrar en el recinto para ver el partido, aunque sea para una retransmisión televisada. Las iraníes tienen vetada la presencia en los partidos masculinos desde poco después de la revolución de 1979. Las activistas están aprovechando el Mundial para dar visibilidad internacional a su campaña por el derecho a acceder a los estadios.
'Estoy muy emocionada', confiesa desde Teherán R., una de las mujeres detrás de esa lucha y que pide mantener el anonimato.
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'Hay muchas iraníes que están ilusionadas con lo que va a ocurrir esta noche, pero hay que aclarar que este evento no resuelve nuestro derecho a presenciar partidos en directo, sólo permite ver el encuentro de hoy en una pantalla', subraya. 'Será una experiencia agradable que sin embargo no pone fin a nuestros esfuerzos para que se levante la prohibición', concluye. Las aficionadas más atrevidas han llegado a disfrazarse con barbas y pelucas para colarse en el campo y algunas han sido detenidas.
'Como otras muchas jóvenes, entrará por primera vez en el Azadí de forma legal, pero las activistas más veteranas ya tuvieron una oportunidad en 2006, cuando Irán se enfrentó a Bahréin en un clasificatorio del Mundial y les dejaron presenciar la segunda parte (ante su clamor a las puertas del estadio).
Era el final de la presidencia de Mohamed Jatamí cuyas promesas de reforma habían alentado la esperanza de que permitiera a las aficionadas disfrutar del deporte rey. Fue un espejismo. Una promesa al respecto de su sucesor, el populista Mahmud Ahmadineyad, fue cortada de raíz por los clérigos más ultras.
Sin embargo, la diputada reformista Tayabeh Siavoshi se ha mostrado esperanzada con el gesto de hoy. 'Si los espectadores respetan las normas esperamos que sea el principio para que las familias puedan asistir a partidos en directo', ha declarado esta política partidaria de la entrada de las mujeres en los estadios.
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El propio presidente Hasan Rohani ha dejado entender que no se opone a ello. De hecho, hombres y mujeres comparten esos espacios sin mayor problema durante los mítines políticos y, en concreto, el estadio Azadí es el escenario anual de los fastos que conmemoran la revolución. Otra cosa es que Rohani disponga de capital político para enfrentarse a los ultras que le acosan por la falta de resultados del acuerdo nuclear.
De momento, permitir que la retransmisión del partido de esta noche sea un evento familiar puede rebajar la presión de la opinión pública ante esa segregación anacrónica que hasta su rival Arabia Saudí ha levantado este año. Según un sondeo llevado a cabo por ISNA en septiembre del año pasado, el 61,1 % de los iraníes está a favor de que las mujeres puedan acceder a los estadios.
Mahmudifard ya había avanzado su intención de emitir los partidos del Mundial para las familias antes del encuentro con Marruecos del pasado viernes. Sin embargo, se anuló sin explicación. También se había anunciado la instalación de pantallas gigantes en los parques públicos, ya que no se han autorizado las retransmisiones en cafeterías, aunque al final si se ha dado permiso a las salas de cine.
'Me da la impresión de que los sectores menos conservadores del régimen han aprovechado el buen clima tras la victoria ante Marruecos para dar un paso en ese sentido', interpreta un analista. Después de ese éxito, una multitud de jóvenes, entre quienes predominaban las mujeres, salieron de Teherán para celebrarlo como si hubieran ganado la copa. Dada la escasez de entretenimiento, cualquier ocasión es buena para montar una verbena como se ve también durante las campañas electorales.
Es la primera vez que el mundial se retrasmite en un recinto deportivo. Las entradas se han puesto a la venta por Internet esta misma mañana al precio de 150.000 ríales [2,32 dólares] y un par de horas antes de que el estadio abriera sus puertas ya se habían agotado. No obstante, según la información facilitada por ISNA sólo se ha habilitado una cuarta parte del estadio, que tiene una capacidad de cien mil plazas.
Fuente: Revistalogos
