Luego de nueve años, los ciudadanos Leoncio Hernández Moreno, Luis Hernán Santamaría Urriola, Mario Esteban Alguero Herrera, Euri Maxdiel Ceballos y Guillermo Antonio Bula Pérez fueron condenados cada uno a la pena de 42 años de prisión por los delitos de homicidio doloso agravado y robo agravado imperfecto (tentativa), en perjuicio de los señores Anel Omar Rodríguez Barrera (en ese momento director del Instituto Nacional de Cultura) y Samuel Monroy González, quien fungía como agente de seguridad.
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En el expediente constan los señalamientos de uno de los procesados hacia los otros partícipes que junto a él planearon el robo al transporte blindado.
Por este caso, la fiscal de Circuito y Coordinadora de la Sección Homicidio y Feminicidio de San Miguelito, Elena Cossú, pidió la condena máxima para las seis personas implicadas en el homicidio en perjuicio del director del Instituto Nacional de Cultura y un agente de seguridad.
ANTECEDENTES
Los hechos se registraron cuando los procesados intentaban robar un vehículo blindado en los estacionamientos de la Lotería Nacional, en el corregimiento de Calidonia, en el momento preciso en que se trasladaba el dinero recaudado de esta institución.
Uno de los implicados llegó en un carro 4x4, de donde se bajó una mujer y un hombre, que cargaban un peluche con globos para desviar la atención del guardia de la garita de seguridad de la Lotería. En minutos se formó un tiroteo entre los condenados contra los agentes de seguridad.
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LOS IMPACTAN
Tres de esos proyectiles alcanzaron a Anel Omar Rodríguez, director del Instituto Nacional de Cultura (INAC), quien cayó muerto boca abajo al lado de su carro, una camioneta Prado de color azul. Los dos agentes también recibieron balas y uno de ellos, de nombre Samuel Monroy, de 52 años de edad, falleció en el Hospital Santo Tomás.
TESTIGOS
- Se pudo conocer que el día de los hechos Anel Rodríguez se encontraba en el lugar porque pretendía despedir a unos actores cubanos que realizaron una obra en el Teatro Nacional, así lo confirmó su chofer.
- Uno que tuvo que cubrirse con una pared por miedo a morir fue el vendedor de billetes de lotería Ceferino Gómez. 'Al principio creí que eran bombitas... A los pocos segundos la intensidad fue más fuerte', destacó Ceferino mientras vendía un pedazo de billete.
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Redacción Web| Mi Diario
Anel Omar Rodríguez
Anel Omar Rodríguez


