A escasos dos minutos del centro del pueblo de Lídice, en el distrito de Capira, se puede llegar a la entrada del sector La 32 y 15 minutos después a pie se llega a la primera casa de la comunidad conocida como Los Duendes.
Sin embargo, una vez allí, del olvido de esta comunidad nos habla el camino, la inexistencia de luz eléctrica, la ausencia del agua potable y la espera de sus habitantes por la falta de un transporte para movilizarse a otros puntos.
FRUSTACIÓN
Sentada en una silla, disfrutando del frescor de la mañana, encontramos a Rosa Bellido, quien no dudó en cuestión de segundos en descargar sus años de frustraciones y esperanzas perdidas. 'Aquí no hay ayuda de nada, estamos olvidados por todos los gobiernos, solo nos han prometido, pero no nos han cumplido', manifestó con gesto de resignación.
La señora Rosa destaca con principal preocupación las condiciones del camino que a diario tienen que recorrer los niños que asisten a la escuela, las madres y los agricultores. Acotó que muchas madres han tenido que trasladarse al pueblo durante la semana con sus hijos y regresar solo los fines de semana, ya que enfrentarse al lodo es un riesgo que no quieren correr. Aunado a ello, no cuentan con luz eléctrica, estando tan cercanos del pueblo. 'Si viviéramos lejos, pero hay que fijarse en la distancia, nos tienen abandonados', sostiene la señora.
ORIGEN
Esta comunidad lleva por nombre Los Duendes, debido a que los antepasados decían que en el lugar este personaje de las tinieblas tenía una de sus guaridas. La comunidad se esconde bajo un espiral de silencio, que aunque característico por estar rodeado de la naturaleza, también parece permanecer estática en el tiempo, mientras otras comunidades, aunque a pasos lentos, han ido avanzando con los años.
PRODUCCIÓN
Jorge González es un agricultor dedicado a la producción de espinaca, mostaza, cebollina, culantro, albahaca, perejil, guandú, plátano, entre otros rubros, y ve con preocupación tantos años de olvido. 'Pasamos sacrificios, todo prácticamente lo tenemos que sacar a caballo, hay que sacar el producto hasta donde el carro pueda llegar', indicó. En Los Duendes esperan que un poco de ese desarrollo que vive Panamá algún día los alcance, pues ellos también son panameños.
Por: Alicia Valdés