Editorial:
Ninguno de los diputados de la República merece ser reelegido.
A la mayoría le importa un rábano con la crítica seria e independiente, los otros son oportunistas y politiqueros y para rematar, los que deben ser investigados se burlan de la justicia y de los ciudadanos.
Lo único que por el momento parece estar dando resultado es el escarnio público y por redes sociales con la esperanza de que no serán reelegidos.
Pero cuidado con equivocarse, ninguno y de ningún partido merece quedarse en la Asamblea. Raya para todos.
Como los diputados, los mismos que hacen las reglas electorales, no quieren prohibir la reelección, le toca al soberano, al pueblo, mandarlos para su casa.
No se les puede perdonar el uso de las partidas, sus viajes a destinos exóticos, el nombramiento de sus concubinos y familiares, su descaro ante cada hecho porque se consideran intocables. Tampoco puede permitirse que les den más millones para el 2019.
La suerte está echada. El electorado los castiga o esto no cambiará de otra manera.
Mi Diario