En estos tiempos distinguir el amor de lo que no lo es se vuelve una tarea difícil. Este proceso de discernimiento se ve afectado por la secreción de hormonas durante el sexo que suele confundirse con lo que sentimos durante una atracción romántica.
Pero… ¿cuál es la diferencia?
La atracción sexual implica un deseo de contacto o relación sexual con una persona. Sin embargo, la atracción romántica está ligada a una conexión espiritual que no siempre significa un deseo de encuentro carnal.
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Pero hay otro elemento diferenciador aún más sutil que este y es la velocidad en la que se disipa el sentimiento. Cuando se trata de atracción sexual el «flechazo» es instantáneo y suele irse tan rápido como llegó o —como máximo— puede durar algunos meses. De todas maneras, hay posibilidad de que ese tipo de interés, con el pasar del tiempo, se convierta en una atracción romántica.
La atracción romántica, en cambio, si bien puede tener un agregado sexual no es un factor primordial. Comúnmente quieres compartir tus sentimientos y espacio con el otro para poder conocerse mejor y profundizar su relación. El tiempo no tiene tal relevancia y la sensación de haber conocido a esa persona en otra vida está latente.
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Las diferencias a simple vista pueden ser sutiles. Lo fundamental en estos casos es la sinceridad, decirle a nuestro compañero qué es lo que esperamos para que las falsas esperanzas no sean causantes de grandes desilusiones.
Fuente: Vix
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